Griezmann y Saúl dieron más que trabajo al Atlético de Madrid durante la última hora del mercado de fichajes.
Dos nombres que llevan ligados al Atlético de Madrid desde hace varios años. Uno de ellos ya tomó la decisión de marcharse, pero quería volver y el otro parecía tenerlo claro desde el día uno de esta ventana de traspasos, sin embargo ambas operaciones tuvieron que cerrarse en el último momento.
Saúl lleva siendo un emblema de la afición colchonera prácticamente desde su irrupción en el primer equipo. Considerado como »uno de los nuestros» el de Elche siempre ha demostrado su amor por el Atlético de Madrid dentro y fuera del campo.
El centrocampista español parecía estar llamado a entrar en la historia del Atlético de Madrid, durante sus primeros años parecía que había llegado al primer equipo para marcar una época, jugadas increíbles, goles para el recuerdo… pero de un día para otro todo cambió.
Fuente: Atlético de Madrid
Saúl comenzó a jugar fuera de posición, y como a cualquier otro futbolista, esto no le gustó. Todo parecía indicar que abandonaría el club este verano, pero faltaba ver con qué fórmula.
Primero se habló de un trueque que parecía inminente por Griezmann, luego parecía que se iría traspasado al Chelsea, días después todo indicaba que se convertiría en Red Devil, y con el inicio de LaLiga, que se quedaba.
Finalmente el club londinense lo hacía oficial, Saúl Ñíguez llegaba cedido con opción de compra de unos 40 millones de euros. Pero esa no era la única operación en la que se trabajaba en las oficinas rojiblancas.
¿Es acaso el niño pródigo?
Antoine Griezmann, el jugador que quería comer en la misma mesa que Cristiano y Messi, el jugador que quería ganar títulos… fuera del Atlético de Madrid, el jugador del desastroso documental.
El francés llegaba al FC Barcelona después de abonar su cláusula de 120 millones de euros. Pero su inicio no pareció convencerle. Apenas 4 meses después ya se hablaba de que no se hablaba con el 10 argentino, que los culés lo querían vender y que hasta él mismo quería irse, pero aguantó pese a no terminar de hacer migas con los aficionados.
Ahora Antoine no solo se va con el odio de alguno de los fans blaugranas, sino que llega a territorio hostil. Si bien una parte de la afición veía con buenos ojos su regreso otra ni lo quiere ver. La placa que lo homenajea en el Wanda Metropolitano no ha pasado ni un día limpia desde su marcha, y su regreso no parece que la limpiará.
Fuente: Atlético de Madrid
Dejando a un lado la opinión pública el Atlético de Madrid ha cerrado otro gran trato con el FC Barcelona (ya van tres y nos conocemos la historia). El futbolista de Mâcon aterriza en la capital cedido por una temporada con opción a otra y una cláusula de compra de 40 millones habiendo salido de allí hace otros dos años y por el triple del precio del que pagaría ahora el Atlético de Madrid.
Quien sabe si alguna de las 4 partes involucradas de esta historia (Saúl, Griezmann, Atlético y Barça) salen arrepentidos de aquí a final de temporada. El tiempo lo dirá.
