El Irán – España recordó al famoso David contra Goliat, en el que los contendientes poseían una fuerza dispar. Sin embargo, esta vez ganó el poderoso, no sin antes sufrir de lo lindo para perforar la portería rival. Irán no estuvo lejos de sacar un empate con su puesta en escena ‘amarrategui’.
Horas antes, Portugal había vencido por 1-0 a Marruecos convirtiéndola en la tercera eliminada de este Mundial de Rusia 2018. España estaba prácticamente obligada a ganar si quería aspirar a pasar como líder del grupo. En el debut, había dejado sensaciones óptimas pero el resultado no había sido el deseado. Por su parte, Irán había derrotado a Marruecos con un gol en propia en el descuento. Su entrenador, Carlos Queiroz, venía apostando por un bloque consistente y defensivo sin florituras en la fase de creación y finalización, y hasta el momento había funcionado.
Los primeros compases del choque sirvieron para hacernos una idea de lo que depararía el encuentro. La Selección de España manejaba el balón plácidamente, tocaba y tocaba durante posesiones eternas, mientras Irán se encerraba en su campo (y en su área) a más no poder. Además, se vivió muchísima intensidad desde el pitido inicial. Todo se basaba en un continuo traslado horizontal del balón en busca de algún resquicio, pero a la hora de penetrar, la zaga iraní siempre rechazaba la pelota con éxito.
Este patrón del juego se repitió durante toda la primera parte. Irán conseguía realizar algún acercamiento con transiciones rápidas y balones directos, pero eran ataques con cuentagotas y carentes de peligro real. En los últimos minutos de esta parte, diversos jugadores iraníes cayeron aparentemente lesionados, lo que ayudó a consumir el reloj. A los hombres de Hierro les exasperaban esas pérdidas de tiempo. Finalmente, no hubo tiempo para más antes del descanso.
Los españoles salieron del vestuario más agresivos en busca del gol. Por ello, en los primeros minutos, Piqué e Isco estuvieron relativamente cerca de marcar gol. ‘Los príncipes de Persia‘ también tuvieron su oportunidad de oro, cuando en el 53, un saque de banda colgado al área fue despejado y después rematado por Ansarifard, cuyo disparo se marchó por poco. A continuación, se produjo el milagro. Iniesta hizo una buena jugada en el medio, habilitó a Diego Costa, el hispano-brasileño se giró dentro del área y se vio favorecido por un despeje para anotar con algo de fortuna con la rodilla. 0-1 a favor de España.
Como era de esperar, el gol contribuyó a la tranquilidad de los europeos. Irán subió líneas para acechar la portería defendida por De Gea, no obstante, no destacaba por tener un gran arsenal ofensivo. En el minuto 70, una jugada ensayada de ‘La Roja‘ en un tiro de esquina acabó en una especie de melé sobre la línea de gol. El remate de Piqué fue salvado por un defensor de Irán bajo palos.
Más tarde, Queiroz dio paso a un par de cambios para revolucionar el partido, incluido el de su estrella Jahanbakhsh, el pichichi de la Eredivisie esta temporada, que se había quedado en el banquillo. La Selección de Irán daba todo lo que tenía pero no gozaba de muchas oportunidades. Un cabezazo alto de Taremi fue de lo poco reseñable en este sentido.
El arrojó iraní no fue contrarrestado por el control de España eficientemente, ya que se le complicaba el control con el balón. Hierro apostó por Rodrigo Moreno en busca de algún contraataque prometedor con espacios. Por su parte, Irán dispuso de la última acción del partido en un saque de banda que colgó al área, pero De Gea despejó de puños sin problemas. Con esto se terminó el encuentro.
España sufrió para abrir la lata debido al ‘autobús’ establecido por Irán. De hecho, no dejó muy buenas sensaciones antes del gol ni tampoco después, puesto que no practicó un juego preciosista y dinámico. Irán, a pesar de lo impopular de su método, propuso lo que pudo con los recursos que tenía, es decir, una defensa extrema y búsqueda de contraataques rápidos y jugadas aisladas en el plano ofensivo.
El partido deja bastante encarrilado el Grupo B. Portugal y España cuentan con 4 puntos, Irán con 3 y Marruecos con 0. Por lo que Irán está obligada a ganar en la última jornada a Portugal si quiere pasar de ronda, y España no deberá confiarse en su cruce con Marruecos en la última jornada. En realidad, esto no ha hecho más que empezar. Show must go on!
