El gol de Óscar Mingueza a la hora de juego no fue suficiente para remontar un partido que se puso muy de cara para el equipo blanco en la primera mitad.
Un Clásico siempre es un Clásico, sin importar el escenario en que se juego. Esta noche en el Estadio Alfredo Di Stéfano de Valdebebas se ha vuelto a demostrar que en partidos de semejante envergadura cualquier error, cualquier despiste puede salir caro para aquel que lo cometa y que el que mucho perdona al final, aunque en esta ocasión el larguero lo impidió, lo puede acabar pagando.
Para el encuentro Ronald Koeman decidió no arriesgar con Gerard Piqué y apostó por Ronald Araujo para completar la zaga del sistema 3-5-2 por el que optó y en el que Griezmann, de inicio, no tuvo hueco. Zidane por su parte decidió por no optar por una defensa de tres, como últimamente acostumbra, y se decantó por un sistema 4-4-2 donde la sorpresa fue Federico Valverde que sería el encargado de reforzar el medio campo y ayudar a Lucas Vázquez en acciones defensivas.
Primera mitad
Con el pitido inicial, ambos equipos salieron muy conservadores ya que nadie quería cometer un error en el primer tramo. El Real Madrid, con una presión alta empezó a dificultar la salida de balón del conjunto blaugrana, pero su punto fuerte estuvo en armarse muy bien en defensa.
Los jugadores blancos se sacrificaron muy bien en labores defensivas, todos muy bien agrupados evitaron que Dembélé tuviera opciones de hacer daño a la espalda de Nacho y Eder Militao y esto secó por completo el juego de la entidad catalana que insistía de manera reitera en buscar el juego por el interior donde no había ni un solo espacio.
De esta manera, la primera gran ocasión del encuentro se dio para el combinado azulgrana en la primera ocasión que busco los costados. Messi y Jordi Alba volvieron a conectar y el lateral zurdo se sacó un centro casi en la línea de fondo que obligó a Thibaut Courtois a estirar la mano para evitar que el esférico llegase a Dembélé en boca de gol.
Pero sería el conjunto blanco quien, a las primeras de cambio, lograría adelantarse en el marcador. En una salida a la contra, Fede Valverde dejó por el camino a Jordi Alba, que realizó una mala salida, y avanzó hasta que vio por el costado derecho a Lucas Vázquez que, sin oposición, recibió el balón y centró para que en el primer palo y de tacón Karim Benzema introdujese el esférico al fondo de la mallas.
Los hombres de Ronald Koeman intentaron igualar el electrónico de manera inmediata. Leo Messi consiguió adentrarse en el área y sacar un centro que apunto estuvo de cabecear Dembélé delante de Courtois tras ganarle la posición a Nacho, pero, sin embargo, el partido para los jugadores blaugrana comenzó a convertirse en un calvario.
Vendaval blanco
Con el sistema 3-5-2 por el que apostó el técnico neerlandés, Jordi Alba y Sergiño Dest se volcaron en ataque descuidando de manera muy descarada las labores defensivas de manera que el plan del conjunto merengue era claro. Hacerse fuertes atrás, cosa que estaba saliendo a la perfección, y buscar la contra rápida a las espaldas de la zaga blaugrana donde Vinicius fue muy superior en velocidad a Óscar Mingueza y Ronald Araujo.
En una de esas jugadas, el central uruguayo cometió falta al borde del área sobre el jugador brasileño del Real Madrid. Kroos, que está de dulce esta campaña, se colocó junto al balón y no dudo en chutar y para su fortuna, un disparo que iba a las manos de Ter Stegen acabó golpeando en Dest y Jordi Alba, bajo los palos, no acertó a sacar el balón y lo acabó introduciendo en su propia portería.
Con el 2-0 en el marcador, la estrategia para los hombres de Zinedine Zidane era clara y apunto estuvieron de abrir más la brecha. En una salida rápida entre Benzema y Luka Modric, el croata vio la incursión de Fede Valverde a la espalda de la defensa y puso un balón aéreo que hizo que el centrocampista uruguayo se plantase solo en el área y estrellase el balón en el palo. Con Ter Stegen en el suelo, el esférico le cayó a Lucas Vázquez, pero el alemán supo rehacerse para evitar el 3-0.
Con el Barcelona en la lona, Messi pudo recortar distancias al filo del descanso. Desde el saque de esquina, el argentino estuvo apunto de convertir el primer gol olímpico de su carrera, pero el larguero se lo negó.
Segunda mitad: El Madrid resiste bajo la lluvia
El Clásico es un partido al que nadie quiere faltar y en esta ocasión la lluvia se apuntó al encuentro durante la primera mitad. Con el paso de los minutos, lejos de amainar, cada vez era más intensa y eso se mostraba sobre el césped del Alfredo Di Stéfano donde la acumulación de agua, con el paso de los minutos, cada vez era más evidente.
Cambio de sistema al 4-3-3
A la vuelta de vestuarios, Ronald Koeman sorprendió dejando fuera a Sergiño Dest para dar entrada a Antoine Griezmann. De esta manera, Mingueza pasó a ocupar el lateral derecho y el Fútbol Club Barcelona se plantó con defensa de cuatro para intentar contrarrestar las incursiones de los jugadores blancos.
Los pupilos de Ronald Koeman empezaron a proponer más en lo ofensivo que en la primera mitad. De esta manera, a la hora de juego encontraron el gol. Jordi Alba cazaba en el extremo izquierdo un balón colgado de Dembélé que no había encontrado dueño y no dudaba en centrar el esférico al área. En el primer palo Griezmann saltó dejando pasar el balón y en el punto de penalti Mingueza remataba casi con la rodilla, pero siendo suficiente para batir a Courtois y reducir distancias.
Pero poco pudo durarle la alegría al Barça, ya que posteriormente, hasta en dos ocasiones, Vinicius, de nuevo a la espalda de la zaga pudo sentenciar el partido. En primer lugar trató de centrar un balón que golpeó en Araujo y acabó chocando contra el poste con Ter Stegen ya vencido y, posteriormente, tras ganarle la espalda a Mingueza, se plantó en el área solo y cuando tuvo la opción de rematar decidió dársela a Benzema, pero este estaba muy bien tapado por Araujo que despejó el esférico.
Final no apto para cardiacos
A medida que pasaban los minutos, el conjunto catalán se buscó más a la búsqueda del gol. Sin embargo, Zidane decidió aprovechar para sacar del terreno de juego a hombres como Karim Benzema y Toni Kroos pensando ya en el partido de vuelta ante el Liverpool aunque sobre el terreno de juego todo estaba por decidir.
El Barça volvió a buscar a Jordi Alba, que se planto en el área, pero su remate, a pesar de superar a el meta belga no encontró portería. Sin embargo, Marcelo si gozó de una ocasión que, como ocurrió con Vinicius, pudo servir para cerrar el partido.
Tras un saque de meta de Thibaut Courtois, Mariano, recién incorporado al encuentro, peinó el esférico y este le cayó a Marcelo que tras ganar la espalda a Mingueza se plantó solo en el área, pero el central de catalán logró rehacerse y tocar lo justo el balón para que el brasileño no pudiera rematar.
El Barça aferrado a los minutos finales, logró la expulsión de Casemiro en menos de un minuto y apunto estuvo de encontrar el gol. En la última jugada del encuentro, Lenglet situaba con la cabeza un balón en el punto de penalti e Ilaix, tras controlarlo, remataba el esférico de volea estrellándolo contra el travesaño.
Nadie pudo hacerse con el rechace y Gil Manzano, colegiado del encuentro, señaló el final concediendo al conjunto blanco tres puntos que lo sitúan en la cabeza de la tabla a falta de que el Atlético de Madrid dispute hoy su partido en el Benito Villamarín.
Ficha Técnica
Alineación Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez (Odriozola, min.43), Nacho, Militao, Mendy; Casemiro, Kroos (Marcelo, min.72), Modric, Valverde (Asensio, min.61); Benzema (Mariano, min.72) y Vinicius JR (Isco, min.72).
Alineación FC Barcelona: Ter Stegen; Mingueza, Araujo (Ilaix, min.72), Lenglet; Dest (Griezmann, min.46), Busquets (Sergi Roberto, min.64), F. De Jong, Pedri (Trincão, min.81), Jordi Alba; Messi y Dembélé (Braithwaite, min.81).
Goles: 1-0 Benzema (min.13), 2-0 Kroos (min.28), 2-1 Óscar Mingueza (min.60)
Árbitro: Gil Manzano amonestó con cartulina amarilla Nacho y expulso a Casemiro por doble tarjeta en el minuto 90 por parte del Real Madrid y Pedri, Araujo y Jordi Alba fueron sancionados con amarilla por parte del FC Barcelona.
Estadio: Alfredo Di Stefano (Madrid)
