El equipo del norte de Londres solo ha cosechado ocho puntos de los 18 posibles en liga. Y sólo ha ganado cuatro de sus últimos 17 partidos.
El Tottenham va en picado desde que acabasen la temporada pasada en la final de la Champions League. Daniel Levy ha tenido un verano desagradable, pues su estrella Eriksen se ha pasado el mercado veraniego buscando una salida. Los dos clubes de la capital española, Real Madrid y Atlético de Madrid fueron los mejores posicionados para hacerse con el danés.
El problema es evidente desde hace tiempo, pero esta última semana han saltado las alarmas tras perder sus últimos tres partidos, cada uno en una competición distinta. El primero fue en Grecia, donde los londinenses dominaban en partido con una ventaja de dos goles para acabar en tablas. El sábado de esa misma semana visitaron Leicester, partido de cara nuevamente para los Spurs hasta que les remontaron y acabaron perdiendo el encuentro. Pero las alarmas saltaron tras la derrota en la Carabao Cup ante el Colchester de la cuarta división inglesa en la tanda de penaltis.
A los Spurs se les acumulan los contratiempos. Pochettino está cansado de intentar hacer milagros con una plantilla tan corta. Antes de los fichajes de este verano su último fichaje fue Lucas Moura en enero de 2017. Esto se debe a que a Daniel Levy le cuesta soltar el dinero para afrontar nuevos fichajes. El técnico argentino ya le mandó un mensaje a la directiva tras el nefasto partido en Colchester:
«Enero puede ser una buena oportunidad para solucionar nuestros problemas»
La renovación de Eriksen empieza a preocupar
Otro de los problemas son los contratos. Eriksen, el cual se niega a renovar acaba contrato en junio, al igual que Alderweireld y Vertonghen. Estos se irían gratis en el próximo verano cuando se podrían ingresar grandes cantidades de dinero, sobre todo por el danés. A ellos se les une Harry Kane, el canterano ya consolidado como la referencia del ataque de la selección inglesa está desesperado por no ganar títulos y puede llegar a buscar una salida la próxima temporada.
Lo que sacamos en claro es que todavía estamos en septiembre y la plantilla puede empezar a remontar. El objetivo es clasificar a Champions League, ya que el City y el Liverpool están a años luz de sus competidores. Y en cuanto a Europa, ellos son conscientes de que no van a poder igualar el resultado de la pasada campaña.
