La jugadora española hace historia llevándose el Balón de Oro 2021 y se consolida como uno de los grandes referentes mundiales del fútbol femenino
Alexia Putellas fue nombrada ayer en el Théâtre du Châtelet de París mejor jugadora del mundo del 2021, año en el que sin duda se ha consolidado como una de las grandes jugadoras del panorama mundial. La catalana fue una de las grandes artífices del triplete logrado por el FC Barcelona (Champions, Liga y Copa) en un 2021 en el que el equipo culé arrasó tanto en España como en Europa. No sólo a nivel colectivo, sino también en el plano individual, Alexia destacó la pasada campaña consiguiendo 33 goles y 19 asistencias, cifras escandalosas para una centrocampista.
La jugadora ha entrado en los libros de historia del fútbol español logrando el primer Balón de Oro femenino para una española, y el segundo de la historia del fútbol español tras Luis Súarez en 1960. Pero para llegar hasta ahí, Alexia no ha tenido un camino fácil.
La niña que siempre se fijó en su ídolo Xavi (asistió 3 años al campus del culé) tuvo que dejar el Barça en 2006 porque no había equipo de su edad. A los 12 años pasó al Espanyol y tras debutar a los 16 años en Primera División, se consolidó en el Levante en un año muy duro a nivel personal tras la muerte de su padre. Este golpe le hizo más fuerte y buscó refugio en el fútbol en su vuelta a Barcelona en 2012.
Desde entonces, la jugadora no ha parado de crecer y de cosechar títulos. Alexia simboliza lucha, carácter, dedicación y constancia. A base de trabajo y profesionalidad, la jugadora ha llegado a ser la gran líder que es hoy en día y se ha convertido en la capitana del FC Barcelona y de la selección española.
Con este premio, Alexia ha puesto el fútbol femenino español en el lugar que se merece. Detrás de ella, muchas generaciones pasadas seguro que están orgullosas de este premio que engrandece el fútbol femenino español. La futbolista se ha convertido en el reflejo de muchas jugadoras que lucharon por ponerlo en su sitio y en el espejo en el que se miran las nuevas generaciones. A partir de ahora, en los parques y en las canchas ya no se escuchará a las niñas decir “mamá, quiero ser Messi”, a partir de ahora las niñas querrán ser Alexia Putellas.