El gol de Mikel Oyarzabal desde los once metros convierte a la Real Sociedad en campeón de copa 34 años después
Casi un año después la Copa del Rey 2019/2020 ya tiene campeón. Sin afición en las gradas, los acontecimientos previos, la ilusión y nervios de los jugadores, cuerpo técnico y cada una de las personas que forman parte de los dos grandes clubes del País Vasco, dejaban ver que lo que estaba apunto de empezar era más que una final.
Una disputa por el título inédita ya que nunca antes ambos clubes se habían cruzado en el último peldaño hacia la gloria y, con ganas de romper maldiciones que muy pocos han roto y que en este caso tampoco se rompió, Iker Muniain tocó, miró y sedució a un trofeo que solo quería una cita con Asier Illarramendi.
Primera mitad: Mucho respeto
En cuanto echó a rodar el balón, la lluvia también quiso formar parte del espectáculo y darle al escenario un toque más vasco aún. Minutos de tanteo, con balones de cabeza a cabeza para empezar a saborear una final que poco a poco comenzaría a tener dominio «Txuri-Urdin».
Con el balón a ras de suelo, los hombres de Imanol Alguacil trataban de proponer, de coger el timón del encuentro ante un Athletic que optaba por una presión alta para dificultar la salida de balón del conjunto donostiarra y que a la hora de atacar buscaba balones largos, poco precisos, que Iñaki Williams, muy bien desconectado por la zaga blanquiazul, no conseguía cazar.
A pesar de ello, la primera gran ocasión corrió a cargo del conjunto rojiblanco, tras un centro desde el extremo izquierdo que no encontraba rematador, el balón le cayó a Raúl García en el segundo palo y, sin pensarlo, se sacó una volea potente que finalmente no encontró portería.
La Real, lejos de achicarse ante el acercamiento rival, se lanzó cada vez más al ataque y, a través de Portu y Gorosabel, trató de centrar balones al corazón del área que apunto estuvo de cazar Alexander Isaak, pero en reiteradas ocasiones Yeray negó la posibilidad de remate al delantero sueco.
A la media hora de juego, los pupilos de Imanol levantaron el pie del acelerador cediendo el esférico en mayor medida a los hombres de Marcelino García Toral. Pero, sin embargo, apenas pudieron poner en aprietos a Álex Remiro. Tan solo Iñigo Martínez con un tiro lejano obligó al meta español a palmear el balón a saque de esquina. Mandando de esta manera el encuentro al descanso con tablas en el marcador.
Segunda Mitad: Oyarzábal puso el gol
A la vuelta de vestuarios, con las espadas de nuevo al aire, el V.A.R fue un protagonista más. Tras una combinación entre Isaak y Mikel Oyarzabal, el capitán Txuri-Urdin centraba desde el extremo izquierdo y el esférico golpeaba en el brazo de Iñigo Martínez.
A pesar de las protestas de los hombres de imanol Alguacil, Estrada Fernández acató las indicaciones de Iglesias Villanueva desde la sala V.A.R y señaló finalmente que la acción se produjo fuera del área.
Tal y como se vio en grandes periodos de la primera mitad, el conjunto de Donosti volvió a hacerse con el dominio del esférico. Y, mientras que el Athletic sufría sin encontrar a sus hombres de ataque, Mikel Merino, que fue elegido mejor jugador del partido, frotó la varita mágica y se sacó un balón filtrado para Portu a la espalda de la zaga.
Cuando el extremo murciano ya se plantaba solo ante Unai Simón fue arrollado dentro del área Iñigo Martínez, quien, además de cometer penalti, en primera instancia fue expulsado, pero tras revisión del VAR regresó, con tarjeta amarilla, al terreno de juego.
Desde los once metros, Oyarzabal buscaba saldar la cuenta pendiente que tenia desde hace un par de meses con los once metros y esta vez, sin su saltito habitual, el capitán de la Real no falló con un disparo potente al palo izquierdo del meta rojiblanco.
Mimar, cuidar el esférico. La identidad de los Txuri-Urdin que no trataban de perder. Seguir hacia adelante y no echarse atrás porque eran conocedores de que dar cancha a los hombres de Marcelino podría acabar saliendo caro.
Los jugadores rojiblancos, con el crono corriendo en su contra, y con las incorporaciones de Vesga y Villalibre, trataron de dar la vuelta a un encuentro donde William, Muniain y Álex Berenguer, sus hombres más ofensivos, no lograron incomodar hasta el momento a la zaga donostiarra.
Sin tener en cuenta la aproximaciones del primer tiempo, el Athletic volvió a pisar área en el minuto 86. De Marcos puso un centro tenso desde el extremo izquierdo al que Williams no pudo llegar pese atacar el primer palo y que finalmente Álex Remiro terminó blocando.
Con más corazón que cabeza, los leones se lanzaron al ataque en los minutos finales, en frente una Real muy bien plantada hasta el final, un muro defensivo que no dio opción alguna y, piernas frescas en ataque con Carlos Fernández y Barrenetxea que obligaron a los hombres rojiblancos a no descuidar la retaguardia.
34 años después el conjunto «Txuri-Urdin» volvió a alzar al cielo, en este caso de Sevilla, la ansiada Copa del Rey que tanto tiempo se ha hecho esperar. En el camino, Becerril, Osasuna, Espanyol, Real Madrid y Mirandés y en el recuerdo todos los aficionados que hoy no han podido estar en el campo, familiar que por motivos de protocolo COVID no han podido estar acompañando y, sobre todo, aquellos que no han podido esperar un año y esta final la han tenido que ver desde el quinto anfiteatro.
Ficha Técnica
Alineación Athletic Club: Unai Simón; De Marcos, Yeray, Iñigo Martínez, Yuri (Capa, min.93); Álex Berenguer (Villalibre, min.76), Dani García (Mikel Vesga, min.76), Vencedor (Unai López, min.68), Muniain; Williams y Raúl García.
Alineación Real Sociedad: Álex Remiro; Gorosabel (Elustondo, min.93), Zubeldia, LeNormmand, Monreal; David Silva (Guevara, min.85), Zubimendi, Mikel Merino; Portu (Barrenetxea, min.88), Oyarzabal e Isaak (Carlos F., min.88).
Goles: 0-1 Oyarzabal (min.63)
Árbitro: Estrada Fernández amonestó con cartulina amarilla a Dani García e Íñigo Martínez por parte del Athletic Club y mostró la cartulina amarilla a Mikel Merino por parte de la Real Sociedad.
Estadio: Estadio de La Cartuja (Sevilla)
