We are who we are y El Estado contra Pablo Ibar son dos de las obras en formato «mini-serie» que se han proyectado en esta 68ª edición del Festival de Cine de San Sebastián.
Las series están siendo una parte clave de esta inusual edición del Festival. El debate, a día de hoy, no es ya si las series tienen su sitio en un Festival de cine – como era hace no mucho – sino que ahora los directores de los grandes festivales se plantean incluso la posibilidad de premiarlas o incluirlas en sus Secciones Oficiales.
En este 68º Festival de San Sebastián se han podido ver varias series, entre las que se encuentran Patria, We are who we are, o Antidisturbios, además de varios documentales (El Gran Fellove y Crock of Gold centrados en figuras musicales, o El Estado contra Pablo Ibar y Courtroom 3H, dedicadas a procesos judiciales).
Que We Are Who We Are forme parte de la programación del Festival tiene mucho que ver con que Luca Guadagnino, su director, lidere el Jurado del Zinemaldia. Guadagnino, conocido por retratar una de las relaciones homosexuales más populares de los últimos años en Call me by your name y por dar vida a la fantástica nueva versión de la Suspiria de Argento, presentó en el SSIFF su último proyecto, una miniserie de 8 episodios. Sin embargo, para su proyección en el Festival los capítulos se reeditaron para emitirse de forma continua, adaptados a una versión más cinematográfica.
Fuente: Festival de San Sebastián
We are who we are cuenta la historia de un grupo de adolescentes que viven en una base militar norteamericana en Italia, y explora de nuevo la adolescencia y todo lo que conlleva: la amistad, el amor, la familia, la sexualidad, las inseguridades y el miedo a no encajar.
Pese a que cuenta con un reparto coral, el peso de la narración recae principalmente en Jack Dylan Glazer (conocido por participar en las más recientes adaptaciones de It) y en Jordan Kristine Seamon, que crean a dos personajes complejos y llenos de matices. Probablemente sea esta complejidad que Guadagnino explora poco a poco lo que provoca que cueste empatizar con ellos – especialmente con el personaje de Glazer – que durante las primeras horas es absolutamente insoportable. La serie gana con el paso de los minutos, cuando vamos viendo a los jóvenes interactuar y adaptarse a las situaciones a las que deben enfrentarse, mientras poco a poco van creciendo los vínculos que les unen.
Sin llegar a ser uno de los mejores trabajos del italiano, We are who we are es una serie que habla de la adolescencia y de sus miedos con respeto y con mimo, sin limitarse a crear los personajes planos y estereotipados más presentes en las producciones estadounidenses. We are who we are puede verse en HBO desde este 15 de septiembre.
También en formato mini serie, aunque con un enfoque completamente distinto, se presentó en el Festival El Estado contra Pablo Ibar. La serie, que en realidad es puro documental, fue proyectada en presencia de gran parte del equipo de producción de la serie y de Cándido Ibar, el padre de Pablo.
Fuente: Festival de San Sebastián
El documental retrata la historia completa de Pablo Ibar, el hombre acusado en 1994 de un triple asesinato que lleva 16 años en el corredor de la muerte. Su caso es uno de los más mediáticos de los últimos años, ya sea por llevar años condenado a muerte, o porque las pruebas y el procedimiento del caso dejan lugar a dudas sobre la verdadera culpabilidad del acusado. El documental, durante sus primeros episodios – solo se proyectaron los dos primeros – expone diversos sucesos de una trama que lleva cerca de 25 años abierta, empezando de forma cronológica por el asesinato que lo empezó todo, y poniendo sobre la mesa las evidencias, ya sean en forma de declaraciones de testigos, abogados, agentes de policía, familiares, amigos, fragmentos de video, transcripciones de llamadas, segmentos de telediarios, y un sinfín de recursos habituales en este tipo de documentales.
Fuente: Festival de San Sebastián
El estado contra Pablo Ibar puede abrumar por la cantidad de datos y de “personajes” que incluye en su narración, pero cumple a la perfección a la hora de hacer comprensible para el gran público un caso con muchos matices y puntos conflictivos. Estos dos primeros episodios sirven como una introducción para que el espectador pueda afrontar la segunda parte de la serie (la repetición del juicio a Ibar que comenzó el año pasado) con suficientes datos como para poder seguir el procedimiento sin problemas. Podrá seguirse próximamente en HBO (cuya adquisición del proyecto se anunció justo antes de emitir el primer episodio en el Festival).
