Rulo y la Contrabanda llevó al Festival TerraCeo un espectáculo adaptado a la situación, con temas en acústico y otros más eléctricos.
La terraza del Auditorio Mar de Vigo se llenó para recibir a Rulo y la Contrabanda, aunque la niebla de ayer impidió ver el atardecer sobre las islas Cíes, uno de los mayores atractivos y todo un espectáculo natural que enamora a todos. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, se encargó de presentar la cita, apuntando que se trataba de «un concierto magnífico». «Vamos a disfrutarlo, a pasarlo bien, a hacer rock, a vivir la música y a emocionarnos«, señalaba.
Entre el piano y la guitarra
El concierto comenzó con el líder del grupo, Raúl Gutiérrez «Rulo«, interpretando solo al piano Mi cenicienta, con la que los asistentes se animaron a cantar tímidamente. En el siguiente tema, Todavía, continuó al piano, pero la banda se subió al escenario tras los primeros versos. Karlos Arancegui “Txarli” (batería), Dani Baraldés “Pati” (guitarra eléctrica) y Adolfo Garmendia “Fito” (guitarra) se colocaron en su sitio para dar paso a la parte más potente del espectáculo. Así, Rulo no tardó en dejar a un lado el piano y armarse con la guitarra para tocar Como Venecia sin agua.
El espectáculo que presentaron es un nuevo formato elaborado específicamente para estos meses de pandemia en los que los conciertos se celebran con medidas de seguridad sanitaria. «Cuando salimos a tocar en esta época de incertidumbre la única certeza era que el público iba a estar sentado. Entonces, dándole a la cabeza, dijimos ‘no vamos a ir con dos guitarritas a dormir al personal, pero tampoco vamos a apabullar’. Hemos creado una historia para estos meses en la que hay un poquito de todo, de acústico y de eléctrico. Me gusta ir a una ciudad a acariciar y arañar a la vez«, explicaba Rulo antes de tocar Me gusta. No faltaron en el repertorio dos temas de La Fuga, banda que abandonó Rulo en 2009. Así, interpretaron P’ aquí p’ allá y Por verte sonreír.
El público se entrega a Rulo y la Contrabanda
Desde el principio los asistentes se mostraron muy participativos y se fueron animando a medida que avanzaba el concierto. «De ritmo vais muy bien. Venís muy afinaditos de casa«, confesaba Rulo mientras pedía palmas para tocar Como a veces lo hice yo, que destacó que es «la canción de las palabras bonitas, hoy más necesarias que nunca«.
La calidez y el intimismo del formato provocaron que Rulo interactuase más con el público. Así, presentó Tu alambre dando un consejo a los asistentes. «Siempre he pensado que la vida es corta y no tiene que ser aburrida. No me atrevo a dar consejos, pero esta noche sí. Si te encuentras a una persona que te vuela la cabeza para bien y te tiene todo el rato viviendo sobre el alambre abrázate bien a él o a ella y no la sueltes nunca«, señalaba.
Uno de los momentos más especiales llegó con Heridas del rock & roll. «Para nosotros la música no solo es emoción y diversión, también es recuerdo«, reconocía Rulo. Así, dedicaron la canción a dos amigos muy especiales de la banda, uno de ellos Boni, guitarrista de Barricada que falleció a principios de este año. Rulo se sentó en el escenario con la guitarra y pidió a los asistentes que cantaran los primeros versos del tema. «Soy tan egoísta como sincero y lo que más me gusta es cuando cantáis«, expresaba antes de dar paso al público.
Siguiendo con momentos de recuerdo, quiso dedicar Verano del 95 a los más pequeños que acudieron al Festival TerraCeo. «Nada me mola más que ver gente que viene con sus hijos a los conciertos porque jamás olvidaré cuando tenía 10 años y fui con mi primo mayor a Reinosa, mi ciudad, a ver a Los Suaves, esa banda gallega que tanto amo. Mil veces con un whisky entre las manos le he dicho a Yosi (vocalista y guitarrista de Los Suaves) que esa noche dije que quería ser músico y entregar mi vida a la música. Estoy esperando a ver si alguno de estos chiquitos crece y dentro de unos años, cuando yo sea un abuelo, me dice que aquella noche en Vigo montaron una banda y no de reguetón«, confesaba.
Cumpleaños en Vigo
Rulo celebrará esta noche su cumpleaños subido de nuevo al escenario del Festival TerraCeo, lo que provocará que sea una cita muy especial. Aún así, ayer ya lo celebraba avisando a los asistentes. «A partir de las doce de la noche es mi cumpleaños. Sé que Vigo es una de las ciudades más rockeras de este país y más canallas. Mañana tengo concierto aquí otra vez, pero no me dejes suelto. Vigo, la última bala me la juego contigo«, apuntaba tocando los primeros acordes de La última bala, tema que interpretó en solitario con su guitarra. Los asistentes cantaron los últimos versos dando palmas mientras Rulo golpeaba la guitarra y entraba la banda.
La siguiente en sonar fue Polaroid. «Esta es mi canción favorita del último disco y este formato de salón de casa tan bonito me permite tocarla«, confesaba Rulo en un momento en el que el final de la cita era casi inminente. 32 escaleras fue el broche final a un concierto en el que los asistentes vibraron y se emocionaron junto Rulo y la Contrabanda.
