Quique González presentó su último álbum Sur en el valle en el Auditorio Mar de Vigo, rescatando también temas de sus trabajos anteriores.
Quique González está recorriendo España con su gira Sur en el valle, en la que está presentando su último álbum, que recibe el mismo nombre: Sur en el valle. En el concierto de ayer en el Auditorio Mar de Vigo se dio un baño de aplausos, ofreciendo a los asistentes un viaje por su carrera musical que les dejó con ganas de más.
Entre aplausos Quique González apareció en el escenario junto a su banda, a la que no tardó en presentar: Toni Brunet, Edu Olmedo, Diego Rojo, Raúl Bernal y César Pop. Sur en el valle inauguró la cita, con un inicio íntimo. El artista fue protagonista durante unos segundos en los que un foco conducía la mirada del público, pero enseguida se encendieron todas las luces del escenario para sumar a la banda al espectáculo.
Las siguientes en sonar fueron Lo perdiste en casa y Amor en ruta, pero el repertorio no se ciñó a los temas del disco que estaba presentando. «A parte de las canciones nuevas hemos rescatado algunas que hacía tiempo que no tocábamos«, confesaba González al presentar Parece mentira (Delantera Mítica, 2013).
Conforme avanzaba el concierto el público se iba mostrando más participativo, aplaudiendo al compás al escuchar los primeros acordes de canciones como Daiquiri blues y Detectives o acompañando con palmas en Pájaros mojados. Además, Kamizakes enamorados fue una de las grandes ovacionadas, a la que siguió la también aplaudida Dallas-Memphis, que interpretó a dúo con César Pop.
La complicidad con los asistentes se pudo percibir en Salitre. Además de las palmas al comenzar, bastó con una mirada para que captaran cuando seguir acompañando a la banda e incluso se atrevieron a cantar. El público se encargó de poner fin al tema, pues, mientras la música desaparecía lentamente, mantuvieron el compás con palmas.
Despedida con el público en pie
El final se iba acercando y Quique González advertía de ello mostrándose agradecido y confesando sentirse «un privilegiado»: «Gracias por apoyar la música en estos tiempos tan difíciles«. Antes de abandonar el escenario interpretó La casa de mis padres, sufriendo un pequeño lapsus al saltarse varias estrofas de la canción al empezar él solo con su guitarra. Pidió perdón y volvió a empezar, recibiendo el apoyo del público a modo de aplausos. Respetaron el momento de intimidad inicial, intentando no desconcentrarlo, pero cuando se unió la banda los asistentes sumaron sus palmas al espectáculo.
Se despidieron con el público en pie, pero las luces apagadas en el Auditorio Mar de Vigo indicaban que la cita todavía no había concluido. Los asistentes clamaban el regreso del artista, que volvió al escenario con la banda para interpretar tres temas más.
Con Y los conserjes de noche, canción que finalizó tocando la armónica, parecía que había llegado el final. Otra vez el público en pie y tras un largo aplauso, González preguntó si querían «una más». Ante la unánime respuesta positiva del público, interpretaron Vidas cruzadas con el público de pie, a petición del artista. Además, los asistentes se dejaron la voz cantando, una despedida en la que se mostró la entrega de público y artista. Así se despidió Quique González de Vigo, pero la gira Sur en el valle continúa y esta noche es el turno de A Coruña.
