La música urbana de Hijos de la ruina y Wöyza & The Galician Messengers, que ejercieron de teloneros, conquistó el auditorio vigués de Castrelos.
El festival O Marisquiño, que acabó ayer, ha llevado la cultura urbana por diferentes lugares de Vigo. Así, el mismo día de su inauguración, el jueves 11 de agosto, se encargaron de dar el pistoletazo de salida musical Hijos de la ruina, trío formado por el dúo Natos y Waor y Recycled J, y Wöyza & The Galician Messengers con un concierto en Castrelos, enmarcado también en la programación de Vigo en Festas. Según el Concello de Vigo disfrutaron de la cita más de 30.000 personas. La mayoría de los asistentes eran jóvenes con ganas de fiesta y de dejarse la voz cantando.
Wöyza & The Galician Messengers, el aperitivo musical de la noche
Los primeros en aparecer en el escenario fueron Wöyza & The Galician Messengers. Combinando diferentes estilos musicales ofrecieron un espectáculo variado en el que se percibió su esencia, que camina por la cultura urbana y reivindica la popular. Así, sonaron temas de Wöyza como Agua sucia, pero también se atrevieron a versionar canciones como Unha noite na eira do trigo de Los Tamara. No faltó en el repertorio Campo estrelado, su último sencillo. Además, se vivió un momento muy emotivo con el homenaje a Sly, un referente e icono de la cultura urbana de Vigo que falleció a principios de año.
Entretuvieron a los asistentes durante una hora. Algunos participaron en el espectáculo y disfrutaron, pero la mayoría estaban deseando ver a Hijos de la ruina y se mostraban reacios a prestar atención a los teloneros. Se lo dejaron claro a Wöyza cuando preguntó al público si querían una canción más y un desagradable «no» retumbó en todo Castrelos. Pese a ello la viguesa, que confesó con orgullo que se crió en Camelias, agradeció poder presentar su proyecto musical en uno de los recintos más importantes de la ciudad. También recordó las múltiples ocasiones en las que participó en O Marisquiño.
Una espera eterna y sin explicaciones
El escenario se preparó para recibir a Hijos de la ruina, pero la colocación de una pantalla provocó que el inicio del concierto se retrasara 40 minutos. Los asistentes aguardaban impacientes la salida de Natos, Waor y Recycled J, miembros del grupo, pero conforme pasaban los minutos la desesperación se apoderaba del público, que no sabía lo que estaba ocurriendo. Los de las primeras filas comprobaron cómo se intentaba colocar recta una de las pantallas que formaba parte del espectáculo y asegurar la estructura para evitar accidentes.
Antes de que llegara el turno de Hijos de la ruina, el alcalde de Vigo Abel Caballero, telonero habitual de Castrelos, salió al escenario para pronunciar su típico discurso ante un público que enloqueció y repitió sus palabras. No hizo mención a los problemas técnicos que demoraron el comienzo del concierto y todavía no se habían solucionado cuando el regidor se dirigió a los asistentes.
Derroche de energía con Hijos de la ruina
Los miembros de Hijos de la ruina fueron apareciendo, teniendo su momento de protagonismo al interpretar Nosotros, el tema con el que dieron la bienvenida al público. Así, los asistentes enloquecieron y se dejaron la voz cantando junto a Waor, Recycled J y Natos. Los tres juntos ya reunidos en el escenario dejaron claro con Fuego, fuego y A la tumba que iban a dar todo con un espectáculo dinámico y explosivo que hizo vibrar Castrelos.
Los jóvenes incluyeron en el repertorio canciones de sus proyectos musicales al margen de Hijos de la ruina. Así, Recycled J interpretó canciones como Maravilla y Por la pasta, y Natos y Waor Bicho raro y Generación perdida. Además, Natos fue protagonista cantando solo Räikkönen y Waor Caminaré.
Los asistentes se dejaron la voz cantando sus canciones favoritas como Piratas, Carretera y Sudores fríos. Participaron también en el espectáculo con palmas, bailando y saltando. Las más aclamadas fueron las de Hijos de la ruina, aunque el público demostró conocer las canciones de los miembros del grupo e incluso algunos buscaron las letras en Internet para poder cantar en el concierto.
Canciones adictivas para despedir la cita
La canción más repetida durante el concierto fue Más alcohol. Los asistentes la pidieron gritando el estribillo en varias ocasiones y el tema sonó dos veces con base musical y a capela con el público de protagonista. Con Recycled J el público se entregó cantando Bambino. Natos y Waor en Cicatrices llegaron a dejar a los asistentes que cantaran solos al comprobar la efusividad con la que pronunciaban cada verso y que se sabían el tema.
El momento más desconcertante de la cita para la mayoría del público se vivió en la recta final del concierto con Recuperando el tiempo perdido. Waor paró la actuación de manera abrupta cerca del final de la canción y pidió que iluminaran la platea para comprobar lo que estaba ocurriendo, pero no explicó qué sucedió. El espectáculo se reanudó enseguida cuando señalaron que estaba «todo en orden». Hijos de la ruina se despidió de Castrelos con el tema de Natos y Waor Es como la cocaína, que presentaron diciendo que «Vigo es como la cocaína».
