Compositora, romántica y soñadora, Izaro llega por fin a Madrid para presentar, oficialmente y con banda completa, su último disco Limones en invierno.
El tema es la despedida para el 2020 soñado que nunca se hizo realidad y donde se perdieron muchas esperanzas e ilusiones por el camino, dejando paso a la angustia y la incertidumbre de este momento extraño que nos ha tocado vivir.
Oso blanco (plata) nace como una forma de dejar atrás todas esas promesas y anhelos que un virus se llevó por delante. Lo hizo sin previo aviso, pero que siempre se quedarán en nuestra memoria. Porque la vida, tal y como dice la canción, no es otra cosa que «un maravilloso y espléndido recuerdo del pasado».
Un single que viene además arropado por un videoclip que sirve de homenaje a todo el equipo que la ha acompañado. Es un tema con referencias a todos los vídeos de su álbum Limones en Invierno y guiños a la gente que lo ha hecho posible. Agua infinita a sus pies y un vestido de plumas de espejo. Eso es lo que le queda a IZARO de aquel 2020 que pudo haber sido pero nunca sucedió. Solo resiste su proyección, su eco.
«No sé cómo explicar el aprecio que le tengo al 2020 que no fue. Lo feliz que íbamos a ser juntas, y lo dentro que voy a guardar todo el amor que le tenía guardado. Toca hacer las paces con todo eso, habitar su recuerdo, y bailar sobre todo el agua de mis limones derretidos. Que todo este agua y movimiento sirva para nutrir el futuro. Agua y movimiento. Vida».