Los Secretos con su último concierto de la gira, volvieron a hacer vibrar un Wizink Center totalmente entregado a ellos
Dicen que el Rock and Roll nunca morirá, Los Secretos son un buen ejemplo, el mismo grupo que dio el pistoletazo de salida a la movida madrileña hace ya unos 40 años sigue dando mucha guerra.
Un repertorio envidiable
Esta vez fue el Wizink Center en Madrid el que pudo disfrutar de ellos en un concierto que rozo las dos horas, donde no solo sonaron temas como Déjame o Pero a tu lado, sino que también hubo hueco para otros como La calle del olvido o Ojos de Gata, con el que abrieron el directo.
Y es que a pesar de que la pista la ocupaban en su totalidad sillas, cosa recurrente tras el COVID, poco tardó el público en ponerse de pie, apenas cuatro temas, ya que fue con los primeros acordes de Mi paraíso cuando la gente abandono sus asientos y no los recupero hasta que Álvaro Urquijo se despidió de ellos.
Y es que el repertorio elegido como dijeron ellos fue una mezcla de sus temas más clásicos con otros que habían quedado en el olvido durante algunos años y que querían sacar del armario para la ocasión.
No todo fue música sino que también hubo tiempo para acordarse de Enrique, miembro original de la banda y cantante de la misma hasta su fallecimiento, además de hermano de Álvaro.
Un público entregado
En cuanto al público entregado como suele ser habitual cuando se trata de una banda como esta, y además de varias edades, desde gente que vivió a Los Secretos desde el nacimiento de la banda hasta gente joven que bien acompañada de sus padres o no. Que querían disfrutar de una banda de las de toda la vida y que quieren ser de esos pocos jóvenes que se resisten a caer en las garras de la música actual vacía que avanza como una epidemia arrasando todo a su paso.
En resumen el pasado 23 de diciembre Madrid vivió un chute de Rock and Roll en vena para los asistentes que tardaran en olvidar sus efectos.
