Reseñamos Goya. Lo sublime terrible, un acercamiento al artista zaragozano de la mano de Fran Galán, El Torres y Dibbuks
La figura de Goya ha sido considerada siempre como el epítome del artista torturado. Su fuerte carácter, su enfermedad y la etapa oscura que dio comienzo con su sordera fueron elementos romantizados que contribuyeron a forjar el estereotipo de que la genialidad procede del sufrimiento interno del artista.
Aprovechando estos rasgos y su calado en la cultura popular, El Torres ha construido una sólida historia que utiliza uno de los personajes históricos más célebres de nuestro patrimonio para elaborar una ficción de época. Utilizando al pintor como cebo, atrae el lector a un relato que parece verse invadido por elementos de terror que no terminan de desarrollarse en ningún momento. Así, gracias a la complicidad del lector, se mantiene la ilusión de tratarse de un relato histórico verídico.
El dibujo de Fran Galán, por su parte, introduce con soltura referencias estéticas a Goya, que se integran a la perfección con su estilo realista y anguloso. La paleta de color es oscura, manteniendo el aura de misterio que requiere la historia, y oscila de los ocres a los azules para construir un momento de gran convulsión en la historia española: desde el ambiente ilustrado de finales del siglo XVIII hasta la Restauración absolutista de Fernando VII.
La obra se articula en tres actos, ambientados en 1793, 1794 y 1820, en los que acompañamos a Goya en distintos episodios en los que la amenaza sobrenatural de brujas y demonios se hace cada vez más acuciante. Además, el tomo incluye dos textos que reflexionan sobre el papel de Goya en la ficción y su protagonismo en este cómic, así como unas páginas con ilustraciones que muestran el proceso creativo en varios momentos. Sin duda, una obra recomendable para los amantes del arte y de ahondar en la historia española a través de la ficción.
