Ochoa González fue un virtuoso en su tiempo. Sus estancias en París y Madrid le enriquecieron, convirtiéndole en escritor, crítico, bibliógrafo y editor.
Eugenio Ochoa Gonzalez nació en Lezo (País Vasco) el 19 de abril de 1815, según consta en su acta de bautismo oficial. Era hijo de José Cristóbal de Ochoa y Vilches y Agustina Francisca de Montel. Sin embargo, se cree que en realidad era hijo de Sebastián de Miñano y Bedoya.
Eugenio Ochoa Gonzalez estudio en el Colegio de San Mateo y luego, con los dominicos del Colegio de Santo Tomás. En marzo de 1828, Miñano lo lleva a París, donde estudió en L’École Centrale des Arts et Manufactures, fundada en 1829, donde recibió una pensión. Aunque Ochoa no siguió el camino profesional esperado por otros jubilados. En París, también estudió pintura con el barón Gros.
Una estancia muy exprimida
A pesar de su corta edad, Eugenio Ochoa Gonzalez aprovechó al máximo su estancia en París. Su permanencia le permitió conocer la situación política, cultural y artística del país, antes y después de la Revolución de Julio. A lo largo de su vida, revivirá en su obra los recuerdos de esos años de estudio. Los años que vivió cerca de la batalla del Romanticismo, vio su éxito y mayor desarrollo, entre escritores y artistas de la más alta importancia.
Eugenio Ochoa Gonzalez estuvo en París con el excompañero Federico de Madrazo, quien vivió allí durante varios meses. Juntos visitaron el local donde se imprimió L´Artiste, la revista que Achille Ricourt había creado (bajo la dirección del director González López).
Regreso triunfal
Eugenio Ochoa Gonzalez regresó a su residencia permanente en España a principios de 1833 cuando fue nombrado funcionario del Boletín de Madrid, presidido por Alberto Lista, el 21 de febrero. Se convirtió así en el segundo funcionario del Boletín de Madrid. Renunció a este cargo el 13 de abril de 1837, después de haber solicitado su licencia en varias ocasiones, en octubre de 1836, para ser destituido el 30 de junio en circunstancias políticas muy diferentes. Años más tarde fue nombrado «Administrador de la Imprenta Nacional y Director de la Gaceta».
Eugenio Ochoa junto a Federico de Madrazo y el Conde Campo Alange, promovieron la revista El Artista, que aparecería todas las semanas desde enero de 1835 hasta el 27 de marzo de 1836. Escribió una obra perdida, en la que su hijo, Carlos de Ochoa, testificaba su existencia. Existe un soneto de José García de Villalta, dedicado a Eugenio de Ochoa, para la comedia “Don Carlos murió en La Habana” en el que afirma que «el soneto que aquí publicamos es tomado del manuscrito original en poder de M. Eugenio de Ochoa». Pedro de Madrazo, en su necrológica, afirma que la había compuesto antes de esa época.
Ochoa publicó varios artículos en La Abeja, reemplazando a Joaquín Francisco Pacheco como editor. Ochoa siempre tuvo un gran vínculo con la prensa, en particular de carácter literario, como director, promotor y colaborador.
