El primer álbum de Eduardo luka es un trabajo homónimo que está apadrinado y producido por Edu Baos de León Benavente.
Después de cuatro años en busca del sueño nórdico, fue en 2016 cuando Eduardo Luka comenzó sus primeros pasos en la música, esto supuso la creación de nueve canciones que forman el primer disco homónimo de debut. De esta manera, su primer álbum ofrece algo personal y propio del artista demostrando unas pinceladas de todo lo que está por llegar.
La producción la ha realizado Edu Baos de León Benavente en su estudio El Cariño (Mozota), propone un sonido que tiende la mano a lo bello de lo cotidiano, por esta razón el resultado es un álbum que cuenta el proceso de un individuo hacia su propia autodeterminación.
Las canciones de su disco
El disco está formado por nueve canciones, una de ellas es, Ayer la vi, la primera composición de Eduardo Luka cuenta una aventura por las calles de una ciudad donde la noche y el sol se confunden con lo real y lo ficticio. Esta canción está acompañada de una letra que se muestra sin tapujos.
La segunda canción, Miedo me da, es la historia de cinco amigos en estado lisérgico haciendo travesuras por las calles de Lisboa. Esta canción es una producción enérgica y divertida donde se mezcla la electrónica y el rock de corte londinense.
Paciencia, un día el artista se quedó en su casa escuchando a Jorge Drexler, y aparecieron unas primeras estrofas que se convierten en el título de su tercer single. Después, surge Marcando el minuto, expone la rebeldía interna entre el individuo y su contexto. Luego, Tú y yo, una historia efímera sobre un amor dual que pocas veces se alcanza.
La siguiente canción es Cordobesa, tiene como referente el Romance a Córdoba de Pepe Marchena para reflejar el momento en el que cada uno se trasciende a sí mismo, lo transmite a través de un sonido intenso e industrial mezclado con ritmos de dembow y con intenciones flamencas.
El Estoico toma como referencia unos textos de Nietzsche descubiertos en el tercer volumen de Los Enemigos del Comercio del filósofo español Antonio Escohotado. Otra canción es Niña muerte, un pasaje atmosférico que desbroza la oscuridad para ofrecernos atisbos de luz con los que iluminar un camino que tan sólo acaba de comenzar.
Sobre Eduardo Luka
Hace cinco años, Eduardo Luka al regresar a su ciudad natal decidió cambiar completamente de rumbo y empezó a cantar canciones que llevaban años ocultas en una libreta y que muy poca gente había escuchado. Por eso, primero se fue mostrando con su círculo más íntimo y después por bares de la ciudad. Desde entonces, se está haciendo músico, y también profesor.
Ha ido tocando de escenario en escenario, a veces abriendo para Ken Strinfellow, otras para Mabü, Maren Ladson o su admirado Josh Rouse. Una de esas noches el técnico de sonido era Edu Baos de León Benavente, y es ahí donde se conocieron.
Con el tiempo, Rosana, su mujer, los puso en contacto y de esta manera, ha tenido la oportunidad de producir un disco. Eduardo se mudó una temporada veraniega a Casa Larga (Mozota) y desde El Cariño, el estudio de grabación, fueron creando las canciones.
