El director recibió el cariño de amigos y cineastas que acudieron al acto en el que se proyectó su película ‘Pasodoble’, estrenada en 1988.
La Fundación Academia de Cine ha querido hacer un homenaje al cineasta José Luis García Sánchez dentro de su programa Maestros, dedicado a las grandes figuras cinematográficas. Tras la proyección de una de sus películas más recordadas y cuyo guion escribió junto al fallecido Rafael Azcona, Pasodoble, se organizó un coloquio. En él lo acompañaron su propio hijo, el cineasta Víctor García León (Selfie), los directores Pablo Berger (Blancanieves, Abracadabra) y Fernando Trueba (Belle Époque, El artista y la modelo), la actriz Ana Belén y la periodista Begoña Piña, que moderó el debate.
En la sala, que estaba llena de amigos, conocidos y admiradores del maestro, no faltaron las risas. Y es que si algo caracteriza a García Sánchez es su sentido del humor. Algo que, además de verse plasmado en su cine, se percibe cada vez que interviene en público. «Estáis aquí porque os habéis enterado de que estoy malo y queríais saber si seguía vivo». La propia Ana Belén, con quien mantiene un estrecha amistad desde que trabajaron en La corte de Faraón (1985), lo definió como «un hombre profundamente divertido», asegurando que los rodajes con él eran «un juego».
Las anécdotas sobre el rodaje de Las Truchas (1978), la escritura del guion de Belle Époque (1992) o su pasión por Valle Inclán amenizaron una jornada en la que Trueba se atrevió a bautizar el trabajo de su amigo y compañero como «cine de locura». Un cine que a un joven Berger le sirvió como inspiración. El cineasta bilbaíno confesó que García Sánchez fue el primer director al que conoció en persona. «Iba con una lista de preguntas que no me sirvieron para nada, me quedé con la pregunta que me hizo: ¿quieres ganarte la vida en el cine o quieres ser director de cine?». De hecho, fue el autor de Pasodoble quien le animó a volver a su tierra a escribir y dirigir sus primeros cortos.
García León, que tuvo palabras muy emotivas para él, confesó que tras 42 años siendo su hijo lo que quería era ser su amigo. «Incluso con aquellos que te caían mal te esforzabas para que te cayeran bien y trabajar con ellos».
En el público se encontraban, entre otros, Emilio Martínez-Lázaro (Ocho apellidos vascos), Borja Cobeaga (Fé de etarras), Gustavo Salmerón (Muchos hijos, un mono y un castillo), los actores María Galiana y Juan Diego, el escritor Manuel Vicent y el director y guionista Manolo Gutiérrez Aragón, quien recordó la época de sus estudios juntos en la Escuela de Cine de la época del franquismo, en la que a García Sánchez «nunca lo detenían porque llevaba una capa española».