Un total de 12 canciones realizan un repaso por la vida del artista bajo la línea del R&B y el pop. Un primer disco que toma forma de diario y reafirma el estilo del compositor.
Muchos se han esforzado en hacerle pensar que no servía para el mundo de la música. Sin embargo, la vocación que lo ha motivado a estudiarla desde niño siempre ha estado latiendo y se ha mantenido más fuerte. Gérard se coló en nuestros hogares en su paso por Operación Triunfo, y aunque no esté orgulloso de su participación en el programa, el público supo ver en él que había venido a la música para quedarse.
Luchando contra el síndrome del impostor y un proceso de cambios que le dieron un vuelco de 180 grados a su vida, Gèrard compuso su primer álbum ‘Buah!’. Este disco vio la luz tras dos años de trabajo en el que se ha sumergido en la coproducción junto a Roy Borland y Alex Granero.
Esta nueva etapa del artista se ha dejado llevar por géneros como el R&B, lo-fi y el pop, hasta consolidar un proyecto musical que el artista quiere perfilar y mantener en futuros trabajos. Bases enérgicas, el sonido más analógico o el acústico más sensible acompañan a sus letras más honestas, que cursan como los 12 meses del año.
La balada que reposa sobre ‘Enero’ abre el disco bajo las melodías de la guitarra para hablar con el corazón primero. La densa oscuridad que lidera gran parte de las composiciones suena en ‘Caí’, uno de los primeros temas que escribió Gèrard tras dejar Barcelona para mudarse a Madrid, donde resume el periodo de depresión y soledad que vivió tras comenzar de cero en una nueva ciudad. “Busco ayuda en cada rincón, pero estoy solo caminando dando vueltas, y pensando que alguien algún día, llamará a mi puerta”, describe en el estribillo.
Si hay algo que caracteriza al artista es su ironía y su habilidad para vestir de humor cada tropiezo. Así, nace ‘Metrópoli’, el tema más crítico del álbum compuesto por comentarios con los que ha crecido escuchando como “niño de mamá” o que la música no era para él. Esta sátira sobre todo lo que le han dicho que no llegaría a ser, suena bajo una serie de arreglos muy pensados aunque es una de las canciones que más carece de elementos, guiada por los ritmos de la percusión.
La segunda balada que compone el disco lleva el título ‘Tú’, una historia de desamor con la que Gèrard pretende parar el tiempo y acabar con un periodo de duda. “Ya no sé si quieres quedar o si sólo queda en el intento. Sólo quiero dejar de pensar y que fluya todo como el viento”.
Acercándonos al ecuador del disco, el artista transforma toda la debilidad y fragilidad que veníamos escuchando en ‘Buah!’ para acercarnos a su lado más canalla y rebelde en ‘El rastro’, compuesto con Maximiliano Calvo, Alex Granero y masterizado por Carlos Avatar. Este tema de amor es uno de los más vivos de sus composiciones y se convierte en una fiesta, tal y como se puede ver en el videoclip en el que figuran sus compañeros de edición como Anaju, Flavio, Samantha, Eva B y Hugo Cobos.
Para esta “primera vez” el artista no ha estado solo, ya que el álbum está conformado por varias colaboraciones. Entre ellas, Roy Borland lidera los dúos con la canción ‘OH!’. Un single marcado por las líneas del bajo que suenan al R&B más antiguo.
La séptima canción del tracklist da nombre al disco y es que ‘Buah!’ es una de las canciones que más definen a Gérard –en palabras del artista- como el continuo sentimiento de inferioridad en la vida y en el amor, sobre llevado por la ironía. A diferencia de todo el disco, este tema le canta a su personalidad y no a una situación concreta de su vida, junto a Kickbombo.
Los acordes del piano introducen el siguiente featuring con Yarea en ‘Pido perdón’, tema en el que el artista de manera exagerada se disculpa por no haber sido su mejor versión. Esta canción aparte de ser una de las letras más honestas que comparte el artista, es el primero que se ha atrevido a producir.
Cuestionarse constantemente, la inseguridad o la autocrítica están muy presentes en este disco. ‘No me duele +’ es uno de los sencillos más oscuros del álbum, y es que el artista recoge todos estos sentimientos para terminar de supurar la herida. “Me he acostumbrado al daño que puedan causar, me convertí en asfalto para que me puedan pisar”.
Con unos aires muy característicos al estilo de The neighbourdhood, llega a una de las últimas historias de desamor que conforma el álbum debut junto a Alex Granero. ‘Una salida’ comparte los diferentes puntos de vista de los compositores ante una misma situación. “¿Por qué sigues hablándome? Si no va llegar a nada. No me des una salida si me la vas a quitar”.
Adentrándonos al final del disco, Gérard trata ese sentimiento de dejarse llevar tanto por la otra persona en una relación que acabas por perderte a ti mismo. “Tengo miedo a parecerme a ti, y ojalá quererme tanto como a ti (…) Por tu culpa ya no sé volver a mí”. Este single, que se titula ‘Por tu culpa’, tiene una serie de elementos muy caseros que hacen que el tema sea acogedor como el trozo de cartón que actúa como shaker y la voz grabada con ruido ambiente.
Tras recorrer los once temas del álbum, como si del paso del tiempo se tratase, llegamos al último tema del álbum con la nana ‘Zzz’. El artista, tras abrir las puertas al diario de su vida, cierra el disco con la nostalgia de querer volver a la época de cuando era pequeño para liberarse del miedo que le produce la incertidumbre que guarda el día de mañana. “Tengo miedo a lo que llega, si pudiera echaría marcha atrás”.
Lo que hace especial a ‘Buah!’ no es que sea su debut, ni que se haya involucrado tanto en el proceso hasta el punto en el que futuras producciones llevarán el sello del artista, sino que derrama las etapas más crudas de su vida desde la depresión hasta desencuentros amorosos. Tener la valentía de transformar todos sus miedos e inquietudes en canciones a las que poder recurrir porque ya no duele más, y es que Gèrard aún tiene mil cosas que decir y cantar.
