Natalia Lacunza y Dani Fernández son los protagonistas de la nueva entrega del festival Cómplices Vibra Mahou. Han llenado La Riviera de Madrid con un concierto donde el público ya ha podido disfrutar de pie sobre la pista.
Dani Fernández y Natalia Lacunza: protagonistas de una gran noche. Los artistas han protagonizado una noche muy especial para todos. Lo que parecía ser un miércoles cualquiera, pasó a ser una noche inolvidable. Una velada llena de música gracias a la organización de Vibra Mahou, pero, sobre todo, gracias a los artistas del cartel. Una vez más fuimos ‘cómplices’ del ‘incendio’ que crea Dani sobre el escenario y corroboramos que disfrutar de Natalia en directo es una ‘cuestión de suerte’.
La de Nana Triste fue la encargada de inaugurar la noche con un look arrollador. Los primeros acordes de Nuestro Nombre empezaron a sonar y el público, eufórico, comenzó a cantar. Una buena carta de presentación para este concierto que continuó con Boys. Aplausos y eco que penetraba entre las cuatro paredes de La Riviera con un público que ya está de pie. Hemos pasado mucho hasta llegar aquí y la sensación de poder volver a vivir la música sin limitaciones es indescriptible.
Ruta de emociones por cada uno de los temas que Natalia presentaba. ¿Cuál es su secreto? El público estaba embrujado por su música. La noche se va poniendo intensa con Gata Negra y Olvídate de mí. Unas historias personales, llenas de emoción acompañadas al son del piano y de la guitarra. Llegó la primera sorpresa de la noche y es que la artista presentó una canción que todavía no ha salido como agradecimiento a todos los que habían ido esa noche a disfrutar de su música. Todo lamento es el siguiente tema que asegura que está a punto de salir. Todos los fans pudieron disfrutar de él por primera vez en directo y no podemos esperar a que todos podáis saborear la magia de esta canción.
Natalia Lacunza y su noche inolvidable
Cuestión de suerte fue la despedida de Natalia, pero fue un adiós increíblemente dulce porque esta canción consiguió llenar La Riviera de buena energía. Antes de despedirse y dar por finalizado su parte del concierto, llamó a su otro compañero para que cantasen juntos su última canción. Dani salió y juntos cantaron Quiero dormir contigo.
Gritos, aplausos, saltos y mucha felicidad representada gracias a este tema que presentaron en conjunto. El parón al acabar esta canción no solo sirvió para que los músicos de Dani pudiesen poner a punto todos los instrumentos. Esos minutos sirvieron al público como un recargo de las pilas que íbamos a necesitar para el rato que nos esperaba con el otro protagonista de la noche.
El de Incendios hizo todo arder, con su energía cautivó a los presentes. Él solo tenía un objetivo: que el público no dejase de saltar. La Riviera estaba en llamas, el propio artista acabó el primer tema sacándose la camisa de encima y quedándose en tirantes. Causa del calor que provocaba tener el público tan receptivo.
La energía de Dani Fernández que arrasó en La Riviera
“Para esta noche he traído canciones para saltar porque me he perdido esto mucho tiempo”. Y es que, es una maravilla poder ver toda la pista llena de gente cantando y saltando los temas. Esa declaración del músico nos daba una pista de todo lo que estaba por venir. Para nuestra sorpresa, aclaró que en esta noche habría una única balada, y no iba a ser en solitario. Invitó a que Natalia subiese de nuevo al escenario y juntos cantaron una de las canciones más bonitas y románticas de Dani, Vértigo.
El concierto va terminando, pero el de Frío no deja pasar la oportunidad de agradecer todo el trabajo y apoyo a su banda y todo su equipo. Todo está claro y es que el intérprete se está dejando la piel en cantar y hacer que la energía de la sala se mantenga. La felicidad se notaba a leguas, todos veíamos sobre el escenario a un chico agradecido con un sueño cumplido. Bailemos fue la canción por excelencia que hizo caer La Riviera. El artista se bajó hasta del escenario para poder sentir a su público más de cerca.
Una sensación que fue un subidón de adrenalina después de tanto tiempo sin poder vivir la música en todas sus condiciones. Fue una actuación larga, la propia banda la alargó para saborear el momento como nunca. Una noche que ojalá hubiese sido eterna.
Natalia Lacunza y Dani Fernández, juntos en Vibra Mahou
En el escenario ya solo quedaba el intérprete, todo apuntaba a que había más sorpresas. Y, efectivamente, el show no acababa ahí. Natalia volvió a salir para terminar con un último tema conjunto.
“Dani y yo queríamos hacer algo especial, más pequeño, más acústico. Decidimos traer esta canción que, a mí personalmente, me encanta”. Y así fue como esta noche terminó. Con los dos artistas a la guitarra y las luces de neón bajas sobre las cabezas de todos.
