La artista logró sold out en el Estadi Olímpic de Barcelona y dejó al público fascinado con un impresionante espectáculo que contó con varios invitados sorpresa, como Denise Rosenthal y algunos bailarines exconcursantes de The Dancer
Los primeros acordes de La niña de la escuela desataron un torbellino de emoción en todo el Estadi Olímpic Lluís Companys de Barcelona el pasado sábado. Con ese temazo abría Lola Índigo un concierto inolvidable en el Share Festival de Barcelona, una de las citas más esperadas de La Niña Tour.
A la altura de las más grandes divas de la música, la artista demostró desde el primer segundo que cada día se supera a sí misma con trabajo constante. Su imponente presencia en el escenario, su impecable interpretación en todos los sentidos y el impresionante cuerpo de baile que la acompaña, dejaron con la boca abierta a todos los asistentes. ¡Fue una verdadera explosión de música, color y buena energía!
Y es que las coreografías del huracán Índigo combinadas con sus pegadizos éxitos despertaron la euforia de todo el estadio barcelonés durante más de hora y media, especialmente con los ritmos de temas tan potentes como Lola Bunny, Culo, Cuatro besos o Mujer bruja.
Lola y su grupo no fueron los únicos en sorprender al público. Uno de los momentazos más inesperados del concierto fue la aparición estelar de Denise Rosenthal, que cantó con Mimi el tema Demente.
Además, fue una ocasión muy especial para ambas ya que no habían podido interpretarlo nunca juntas. La misma Lola lo comentó emocionada y el público les pidió al final del concierto que volvieran a cantar un trocito, algo que improvisaron a capella la chilena y la española.
Y como ya había anunciado la artista en sus redes sociales, el concierto contó con la participación de varios bailarines y participantes del programa The Dancer: Aina, que apareció con La niña de la escuela; José y Duna, quienes bailaron durante el tema Cómo te va; la maravillosa Macarena, acompañando la canción No se toca; y los espectaculares D’oo Wap, con su actuación en el tema Fuerte.
Magnetismo y humildad
Durante todo el concierto, el magnetismo de nuestra querida Mimi fue in crescendo. Apareció vestida con un esperado look rosa y tuvo varios cambios de vestuario manteniendo el color de su disco como guinda estética de su trabajadísima y profesional puesta en escena.
Pero lo que realmente hizo a Lola todavía más magnética fueron las reflexiones y confesiones que compartió durante todo el espectáculo, empezando por explicar que su disco se llama La Niña porque “desde pequeña soñaba con esto”, y dando las gracias repetidamente al público por su apoyo incondicional durante estos cuatro años y por su sold out en tiempos de pandemia, algo que hace poco parecía impensable para cualquier artista.
Quizá su intervención más emotiva fue la introducción a la canción Spice girls, en la que la artista compartió sus humildes pensamientos sobre la suerte que tiene con su equipo: “Ojalá podáis tener la suerte de cumplir vuestro sueño, que podáis arrastrar a la gente con talento que tenéis a vuestro alrededor y a la que queréis de corazón. Yo lo hice y soy la persona más feliz del mundo (…) y decidí hacer una canción que me lo recordara siempre”.
Aparte, logró un gran aplauso del público hablando sobre la insana cultura de lo inmediato que nos priva de paciencia en las relaciones humanas y en todas las tareas de nuestra vida, un discurso que culminó diciendo que “aunque en la sociedad todo se consume rápido, Lola Índigo no se va a consumir nunca”. ¡Ojalá sea así porque hace falta mucha gente con la energía y la calidad humana de Lola!
Después de su conciertazo en Barcelona tenemos más claro que nunca por qué se ha convertido en una de las estrellas más brillantes del panorama musical de nuestro país. Lola Índigo es puro espectáculo a todos los niveles, una muestra de lo que se puede lograr con trabajo constante y humildad.
