David Bisbal ha comenzado su gira ‘En tus planes’ sobre el escenario del Wizink Center de Madrid consiguiendo revolucionar a todo el público
Pasadas las ocho de la noche, el almeriense David Bisbal se subía a lo alto del escenario del Wizink Center de Madrid tras más de tres años sin hacerlo.
El show comenzó con un juego de luces que dio paso a Silencio, una de las canciones más reconocidas del artista y que fue el pistoletazo de salida de una noche inolvidable para todos los que ocupaban una butaca.
«Y cuánto tiempo sin decir buenas noches Madrid. Gracias a los medios de comunicación y al público por este esfuerzo de confianza al venir al concierto», decía Bisbal a modo de agradecimiento por seguir apostando por la cultura segura en estos tiempos complicados.
Antes que no, En tus planes y Amor amé fueron los siguientes temas que pusieron a bailar a todo el Wizink Center, desde el asiento, eso sí.

La marcha dejó paso a míticas baladas del almeriense que hicieron soltar más de una lagrimilla. Estamos hablando de La necesidad, Sabrás, Culpable, El ruido y Dígale.
La sorpresa de la noche vino de la mano de Sebastián Yatra, pues el colombiano apareció en el escenario para interpretar A partir de hoy, tema que comparten.
Mi princesa también merece especial reconocimiento. Esta canción que le dedica a su hija fue interpretada a piano y conectó con el público de la manera más bonita posible por todo el sentimiento que transmite.
Broche de oro
Un concierto de David Bisbal no sería lo mismo sin la canción más reconocida del artista, Bulería. Nadie pudo quedar sentado en su asiento, pues esta melodía te atrapa y no te deja que pares de cantar y bailar.

Tras esta canción, el almeriense junto a su banda dijo adiós, pero todos sabíamos que ahí faltaba todavía leña que cortar y así fue. Tras unos minutos, Bisbal volvió a al escenario con más fuerza todavía para cantar Oye el boom, otro de sus temazos estrella del inicio de su carrera.
Por si fuera poca la adrenalina provocada con Bulería y Oye el boom, la última canción para despedir la noche fue Ave María. Todo el público se volvió loco de alegría y no paró de saltar ni un momento desde el asiento. Los conciertos son seguros y están llenos de momentos inolvidables que siempre merecen la pena vivir.
