Para sacar a delante un negocio, diferenciarse de los competidores es un punto clave.
Vivimos en un momento en el que muchos creen que “todo está inventado” y que es complicado ser originales, pero siempre es posible marcar la diferencia. Para paliar la saturación del mercado con productos y servicios la solución es aprender a diferenciarse de los competidores y llamar la atención de los clientes.
En ocasiones muchas empresas consideran que la única manera de despuntar entre la oferta es bajando los precios, pero de esta manera solo se consigue empezar una ‘guerra de precios’. Hay otras muchas técnicas por las que se puede optar para destacar. Estas son tres de ellas:
1 – Posicionamiento diferente
Cuando el producto ofertado es igual o muy similar a los de otras empresas, se debe buscar un aspecto que haga diferente al producto o servicio que se ofrece. Pueden ser diversos rasgos como por ejemplo, la elegancia, innovación, modernidad, etc. La idea es crear a raíz de una característica diferenciadora una imagen de marca que cale en el público y haga que lo prefieran frente a otro.
2 – Dirigir el producto/servicio a un público determinado
La finalidad de esta actividad comercial es satisfacer las necesidades de los consumidores. Sin embargo, en muchos casos las empresas ofertan exactamente lo mismo, por esta razón se debe dirigir la producción hacia un público objetivo determinado. Lo ideal sería orientarla a un nicho de mercado, es decir, satisfacer a aquella porción de los consumidores que han quedado “olvidados”.
3 – Centrarse en la experiencia del usuario
Otro aspecto fundamental es el comprador. Para conseguir que una persona consuma nuestra elaboración y que además, vuelva a comprarlo en el futuro, es necesario que sea accesible y fácil. Ya sea en un espacio físico y/o digital, el consumidor siempre es lo primero, sin ellos no hay negocio que funcione. Desde las tiendas hasta las páginas webs o las redes sociales deben estar dirigidas a ellos y a cubrir sus necesidades. Además, en el caso de los servicios online es necesario que los espacios en la red tengan un diseño atractivo, sean fáciles de usar y que cuenten con un correcto posicionamiento SEO (aumentará la visibilidad de la web en Internet).
El caso de la tienda de colchones WasameMucho
Un ejemplo de buena diferenciación es la tienda WasameMucho.es. Este comercio de colchones ha convertido la experiencia de comprar un colchón en algo cómico. “Comprar un colchón es un coñazo. Así que mientras tanto, vamos a intentar reírnos un rato” son las primeras palabras que se leen al abrir su página web.
Tiendas de colchones hay muchas, pero esta ha conseguido marcar la diferencia. Otro aspecto destacable es la utilización de un lenguaje claro y directo. De esta manera, ofrece además de la venta de mobiliario, contenido entretenido convirtiendo el ‘hacer recados’ en una experiencia.
