Vigo conmemora la expulsión de las tropas de Napoleón, hito europeo del siglo XIX, con representaciones históricas.
Vigo pone hoy fin a una semana de fiesta con mucha historia. La Reconquista rememora la expulsión de las tropas de Napoleón que se produjo el 28 de marzo de 1809. Con este acto Vigo se convirtió en la primera ciudad europea en vencer a los franceses, que hasta el momento parecían imbatibles.
Este año el evento ha estrenado la distinción de Fiesta de Interés Turístico Nacional y se ha vuelto a celebrar tras dos años de parón debido a la pandemia. Las calles del Casco Vello, epicentro de la fiesta, se han abarrotado de orgullo vigués y turistas que no han querido perderse la cita. Aunque hoy es el propio día de la Reconquista, festivo local, ayer se representaron las escenas más destacadas de este hito.
Lucha entre el pueblo vigués y las tropas de Napoleón
Desde el escenario ubicado en la explanada del Náutico se dio el pistoletazo de salida a una tarde de reivindicación histórica. Una mirada al pasado sin olvidar el presente. Así, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, pidió la libertad de Ucrania, que está sufriendo los ataques de Rusia. El deseo es que el desenlace llegue lo antes posible y los ucranianos consigan expulsar a sus invasores como ocurrió en Vigo con los franceses en 1809.
En la recreación de lo sucedido en Vigo en 1809 se destacó la valentía del pueblo vigués, que se unió para luchar a pesar de contar con pocas armas. Las mujeres fueron protagonistas en las primeras escenas, enfrentándose con palos a los franceses mientras ellos portaban espadas.
Los asistentes -vestidos con ropa de la época- participaron en la representación, abucheando cada pequeña victoria de los franceses y clamando su expulsión de la ciudad. Así, se demostró que la unión de los vigueses todavía perdura. Además, se produjo una ‘batalla de gallos’ en la que los franceses entonaron un tema en francés mientras que los vigueses -actores y espectadores- contraatacaron con O galo. Entre la tragedia por las muertes en el bando vigués hubo hueco para momentos festivos de exhibición de la tradición y el folclore gallego.
Derrotar a las tropas de Napoleón en 1809 no fue fácil, pero Vigo no se rindió y resistió con la colaboración de lusos e ingleses. Las representaciones de la explanada del Náutico sirvieron como contexto para el público, dando paso al acto más destacado: el derribo de Porta da Gamboa.
A un paso de la rendición de los franceses
A ritmo de gaitas y tambores los actores y actrices se trasladaron hasta la calle Gamboa para recrear el derribo de Porta da Gamboa. La muralla se instaló, como cada edición, para la ocasión en la calle que homenajea la hazaña. A un lado las tropas francesas y al otro los vigueses, apoyados por decenas de asistentes que se agolparon en las inmediaciones.
En la representación, un grupo de mujeres consiguió traspasar Porta da Gamboa golpeando con un tronco. Con una traca se simularon los disparos de los soldados franceses y la representación continuó con el enfrentamiento entre la milicia y pueblo vigués y las tropas de Napoleón.
Clamor popular: «Que non quede ningún»
A grito de «que non quede ningún«, los actores y actrices protagonistas discurrieron por las calles del Casco Vello camino al acto final: la salida marítima de los franceses tras su rendición. Al compás de música tradicional desfilaron por el Náutico hasta llegar al Real Club Náutico de Vigo, frente al que atracó una embarcación que se llevó a las tropas de Napoleón.
Los franceses entregaron las armas, rendidos ante la fuerza y valentía de los vigueses. Así, se reconquistó la ciudad en 1809 y Vigo recuperó la celebración de los eventos multitudinarios bajo un sol abrasador y con la pandemia en una fase menos restrictiva y preocupante.
Además de las representaciones históricas, que comenzaron con la entrada de los franceses en Vigo, la Reconquista también incluye en su programación el concurso gastronómico Retapas y decenas de puestos de artesanía, comida y bebida.
Hoy es la despedida de una fiesta cargada de historia en la que cada año se respira orgullo vigués a raudales. La Asociación de Veciños do Casco Vello es la que se encarga de organizar la recreación de esta efeméride con el apoyo institucional del Concello de Vigo, la Deputación de Pontevedra y la Xunta de Galicia. Una efeméride de alcance internacional, distinguida como Fiesta de Interés Turístico Nacional, que permanece viva.