El Liverpool se permitió el pasado martes una de esas noches mágicas en Anfield Road, hizo los deberes y pasó a octavos en un encuentro donde brilló Mohammed Salah y justificó cada céntimo pagado el meta, Alisson. A ver a quien se atreve ahora a pasar por casa de Klopp. Se vienen unas eliminatorias de fútbol en su sentido más puro.
Desde luego, el equipo del Mersey es un primero camuflado de segundo en esta temporada de Europa, y no es para menos, pues ha luchado frente a Nápoles y PSG para estar en la siguiente fase. Probablemente sea uno de los favoritos a ganar esta campaña la orejona, el año pasado fueron finalistas y quieren una reválida para conseguir el título este año.
El Liverpool se puede enfrentar al Real Madrid, al FC Barcelona, Bayern München, Porto FC, Borussia Dortmund o la Juventus de Turín, lo que nos lleva a pensar que cuanto menos, en octavos va a haber un partido de esos que apetecen ver. Los de Klopp han demostrado que son carne de eliminatoria y de este tipo de choques. Es verdad que al entrenador alemán no le acompañan mucho los resultados en las finales de esta competición ni en otras, pero este año tiene equipo para todo.
Además, atraviesa un momento dulce en la premier league donde aun no ha visto la derrota (este fin de semana se enfrenta al Manchester United en Anfield Road) y se ha colocado como líder de la liga. Cierto es que en Europa no ha corrido la misma suerte perdiendo frente al Estrella Roja en Belgrado, en Nápoles y en París, pero, pese al partido de París en el que sí salieron a jugar, se pueden acusar los partidos de Nápoles y Belgrado con el calendario que tenían en liga tan seguidos y el cansancio acumulado, aunque parece realmente preocupante el problema del Liverpool fuera de casa, quizás su mayor parte a mejorar.
Llega la fase decisiva de la Champions y, otra cosa no sabemos, pero el Liverpool resiste a marchar de esta competición de manera tan temprana. Salah se ha desatado de manera bestial tras las críticas y las dudas, Alisson y Van Dijk están jugando en otro nivel y el tridente empieza a carburar, justo en el momento necesario. Hay que añadir la posible vuelta de Oxlade hacia febrero, que el año pasado fue superlativo en la campaña UCL de los reds hasta su lesión frente al Manchester City.
El Liverpool deberá responder a rivales como Barça, Madrid, Bayern o Juve en octavos, pero el juicio lo lidera Anfield, el estadio más poderoso de Europa.