Extremadura incrementa más del 30 % las exportaciones a Norteamérica y Oceanía en 2017, según un informe de la Secretaría General de Economía y Comercio
El informe ofrece datos sobre la estabilidad de los volúmenes de exportaciones que se vienen generando en el período 2012-2017, el ritmo de crecimiento o descenso para cada país analizado, ha informado el Ejecutivo regional en un comunicado. Hay que destacar un notable crecimiento de las exportaciones hacia Polonia, de un 57,4 % respecto de 2016.
El estudio analiza los destinos de las exportaciones extremeñas por diversos conceptos; así por agrupaciones económicas, Europa ocupa el primer puesto, con el 83,2 % del total, y 1.596 millones de euros. Esta cifra supone un incremento del 11,9 % con respecto a 2016. Le sigue África, que representa el 4,6 % de las exportaciones; y Asia, el 4,3. Portugal sigue siendo el principal país destino, seguido por Francia y Alemania, y todos ellos registran importantes incrementos. En el lado contrario hay que reseñar el retroceso del 9,8 % de las exportaciones al Reino Unido. Asimismo, destacan Polonia y Marruecos con subidas del 57,4 y 20,4% interanual, respectivamente. De tal forma que Polonia pasa a ocupar el noveno puesto y desplaza a Rusia que deja de estar entre los diez primeros.
El ránking de los productos que en 2017 más crecieron en volumen absoluto sitúa en primer lugar a las barras de hierro y perfiles de hierro o acero; vinos y mostos; tapones de corcho; partes de motores diésel; y carne bovina. Según recoge Inversión & fiananzas.com en datos tomados por la Junta de Extremadura.
Por productos exportados, el principal exportador es el agroalimentario con un volumen de 1.195,7 millones de euros. Según el Panel de las Exportaciones Extremeñas 2017, elaborado por la Secretaría General de Economía y Comercio y publicado el pasado 19 de marzo, las exportaciones de tomates preparados o conservados siguen en cabeza del ranking en 2017, según se recoge en el Periódico de Extremadura.
Estas nuevas noticias hacen que se reabra la situación extremeña. Ya que en pleno siglo XXI sigue con una red de transportes que cuenta con una baja inversión, según recoge Guadalupe Rodríguez Jiménez en su artículo «Extremadura despierta».