la comunidad de madrid modifica las restricciones para los mercadillos.
El Rastro podrá abrir sin límites de aforo. La orden dictada por la Consejería de Sanidad de eliminar las restricciones en cines y teatros, y restaurar la libertad horaria del ocio nocturno, incluye ahora a los mercadillos. Estos podrán desarrollar su actividad sin límite de aforo, con mascarilla obligatoria y medidas para mantener la distancia. Los comerciantes del tradicional mercadillo madrileño, que desde noviembre solo funciona al cincuenta por ciento, celebran que vuelva a la normalidad.
La demanda llegó el pasado miércoles al Pleno del distrito Centro, que aprobó, con los votos de toda la oposición, la reapertura total del mercadillo. La propuesta, presentada por Más Madrid y PSOE, demandaba que todos los puestos del Rastro regresaran a sus ubicaciones una vez realizados los estudios pertinentes. Ya concluida la sesión, el Ayuntamiento alegó que el acuerdo del Pleno no podía hacerse efectivo hasta que la Comunidad de Madrid, la autoridad competente en materia sanitaria, modificara las medidas que afectan a los mercadillos. Ha sido el pasado viernes cuando ha publicado los detalles de la orden de la Consejería de Sanidad. En estos se contempla a los mercadillos como una de las actividades donde se relajarán las restricciones. Ante esto, el Ayuntamiento de Madrid ha señalado que está estudiando la forma de adaptar la normativa de la Comunidad al Rastro de cara al domingo 26.
lOS COMERCIANTES impacientes tras meses de crisis
Los propietarios de los puestos del Rastro cuentan los días para el próximo domingo. «Hemos estado ocho meses sin poder trabajar», afirma Mayka Torralbo, vicepresidenta y portavoz de El Rastro Punto Es. La Asociación aglutina al 70 por ciento de los comerciantes cuyas precarias económicas han quedado aún más dañadas por la pandemia. Torralbo asegura que el panorama sufrido por los trabajadores del Rastro durante la crisis del covid ha sido desolador. «Ha habido familias desahuciadas, gente que ha tenido que donar o sacrificar sus mascotas porque no podía mantenerlas, que se ha empeñado hasta las cejas, que se ha endeudado al máximo…», ha lamentado la portavoz. Asegura también que desde la asociación no tienen constancia de que ningún comerciante haya abandonado su negocio. Sin embargo, la situación sí que ha impedido que muchos puedan acceder a su puesto por falta de liquidez, o ha provocado que se hayan visto afectados por las restricciones circulatorias de Madrid Central.
La Asociación de Comerciantes Nuevo Rastro, que aglutina las tiendas de barrio, comparte un panorama similar. Según presidente, Manuel González, son «el único sector de comercio fijo establecido que ha estado un año cerrado». Achaca las pérdidas padecidas por el sector a la información errónea enviada a la opinión pública, ya que «como el mercado ambulante estaba cerrado, todo lo que se transmitía es que el Ratro estaba cerrado». Desde la reapertura a medio gas de los puestos ambulantes, algunos negocios han seguido abiertos todos los domingos y festivos. Sin embargo, por perimetraje y seguridad, se impide el acceso a algunas calles o se delimita con vallas, lo que ha dificultado el acceso.
Con la flexibilización de las medidas sanitarias, todos los comerciantes aspiran a recuperar lo que tenían antes de la pandemia. A la espera de conocer la planificación del Ayuntamiento, desde El Rastro Punto Es demandan que los controles de aforo se lleven a cabo de forma conjunta a tiendas y puestos.
la problemática
El 22 de noviembre, tras numerosas movilizaciones y negociaciones con el Ayuntamiento, los comerciantes del mercadillo lograron reabrirlo con solo la mitad de los puestos. El emplazamiento de los comercios, la «huella del Rastro», fue uno de los mayores escollos en la negociación entre comerciantes y Consistorio. Este domingo, todavía se mantendrá la distribución marcada por la pandemia. La petición de volver a las ubicaciones originales exige una ordenación previa.
El presidente de la Asociación de Comerciantes Nuevo Rastro demanda que el regreso sea «numerado y señalizado, de acuerdo a la normativa». González explica que «la señalética del espacio y numeración de cada puesto está borrada y eliminada». Si antes del regreso de todos los comerciantes esta eventualidad no se soluciona, podía ocasionar problemas. Según el presidente de la asociación, si cada puesto ocupa más espacio del que corresponde, se ocasionará un efecto dominó que chocará con los derechos de los comerciantes fijos.
Además del problema de la distribución, González señala el del número real de puestos que van a regresar. Según él, la regulación del mercadillo señalaba cerca de 2.000 puestos vigentes, de los cuales solo 966 estaban al corriente de pago según el Ayuntamiento. El presidente de la Asociación de Comerciantes Nuevo Rastro se pregunta si volverán los que había antes de la pandemia o únicamente lo harán los regulados. Mayka Torralbo desmiente estos datos y asegura que tienen autorización municipal por 15 años prorrogables y que se encuentran al corriente de pago.
Con esta difícil convivencia entre ambos Rastros, algunos vendedores desconfían de cómo hará efectiva la vuelta total del mercadillo el Ayuntamiento de Madrid.
