El Ayuntamiento madrileño recogió 3.257 toneladas de residuos electrónicos el pasado año.
Durante el 2021 se depositaron en los puntos limpios fijos, móviles y de proximidad desplegados por toda la ciudad, un total de 3.257 toneladas de residuos electrónicos. Estos puntos son los encargados de acoger los residuos que por «sus características particulares” no pueden hacerlo los servicios ordinarios. Entre estos residuos se encuentran aparatos domésticos, de pequeñas obras o los RAEEs.
Los ecologistas consideran necesario un cambio
Charo Morán del área de Consumo de Ecologistas en Acción comparte la idea de que los puntos limpios deberían cambiar. Hasta hoy en día solo funcionan “como recolectores”, pero deberían ejercer una acción de recuperación.
«Se desechan continuamente cosas en buen estado. Es ahí donde está el verdadero problema. Hacer el cribado y que se vea cuáles de esos objetos pueden tener una segunda vida«, ha añadido. También ha criticado la “obsolencia programada”, es decir, que los objetos se diseñen para que duren una reducida cantidad de años.
Detección del fraude
Aumentar el tiempo de uso es uno de los objetivos de esta propuesta debatida en el Parlamento Europeo. De traducirse en normativa comunitaria, habría que lograr «evitar prácticas fraudulentas» implementando «determinadas condiciones” según ha remarcado el secretario general de Facua, Rubén Sánchez. Además, ha añadido que «Lo que echamos en falta es un análisis por parte de Bruselas y de los Estados de qué protocolos reales serían necesarios para mantener un control de estas medidas y evitar prácticas abusivas. No es que estemos totalmente desprotegidos sino que es necesario implementar mejoras en la legislación”.
Entre las medidas que se plantean en la Eurocámara se encuentran los incentivos para que los consumidores prefieran reparar y no sustituir, obligación a los fabricantes a conceder información transparente sobre reparación y mantenimiento. Además, también se solicita que los dispositivos tengan una vida útil más larga con piezas fáciles de remplazar.
Desde Facua señalan que hay que implementar un modelo para poder detectar, multar y erradicar el fraude en estos «derechos y necesidades adquiridas”.
Fomentar la segunda vida de los aparatos electrónicos
La Comunidad de Madrid cuenta con un Plan de Gestión de Residuos de Aparatos Electrónicos o Eléctricos 2017-2024, que incluye la necesidad de ampliar la vida útil del aparato y fomentar la reutilización del mismo como «opción prioritaria» en la gestión de los RAEEs.
Entre los puntos que han señalado desde el Ejecutivo regional se encuentran la priorización de construir «grandes y modernas instalaciones» de tratamiento de residuos que permitan cumplir con los objetivos de la Unión Europea. Además de potenciar la economía circular.
