Hermanas, de Escenario 0, que busca traer el teatro a la televisión, se proyectó en la 68ª edición del Festival de San Sebastián
Las historias protagonizadas por mujeres han tenido mucho protagonismo en esta 68ª edición del Festival de San Sebastián. Más allá de las aclamadas Nomadland (Chloe Zhao), Never Rarely Sometimes Always (Eliza Hittman), El Prófugo (Natalia Meta), La Mujer del Espía (Kiyoshi Kurosawa), y otras menos celebradas como Passion Simple (Danielle Arbid) o Miss Marx (Susanna Nicchiarelli), han podido verse otros proyectos igualmente interesantes.
Esas historias lideradas por mujeres también vienen de España, ya sea en ejemplos más sutiles como el de Vicky Luengo en Antidisturbios (que se apodera de la serie con el paso de los capítulos), como en Ane, de David P. Sañudo (ganadora del Premio al Cine Vasco del Festival).
Es el caso de Hermanas, uno de los episodios de la serie Escenario 0, quepretende ofrecer un nuevo concepto para la televisión: la capacidad de combinar de forma satisfactoria las artes escénicas en el medio audiovisual. De esta forma, busca «traer el teatro a la televisión», algo que es novedoso (pues no solo le dan a su historia un formato simplificado, que podría interpretarse en un escenario, sino que va más allá).
El primer episodio, titulado Hermanas y protagonizado por Irene Escolar y Bárbara Lennie, ha demostrado que este formato funciona.
Pese a la simpleza de su sinopsis (una hermana que aparece en el trabajo de la otra para reprocharle un tema que tienen pendiente desde hace tiempo), de su escenario (literalmente, un escenario donde tendrá lugar un coloquio), y del vestuario de Escolar y Lennie (ambas llevan vaqueros y camiseta blanca), Hermanas funciona. Y funciona, precisamente, por centrarse en lo que se centra: las interpretaciones de ambas actrices, sus reproches, sus reflexiones y sus gestos. El reducir al mínimo el decorado y el escenario no deja al espectador otra alternativa que el centrarse en lo que se cuenta.
En este caso, la eterna disputa entre las hermanas incluye reproches de la infancia, de la adolescencia e incluso de la etapa adulta, y según avanza el metraje ambas mujeres van hundiéndose más y más en el odio que les ha dominado desde que eran niñas. Es cierto que quizá el metraje resulta algo exagerado, pues 90 minutos son demasiados para lo que da de sí el relato, y hay cierta sensación de repetición en algunos momentos. Esto es consecuencia, evidentemente, del texto del que la historia proviene, del francés Pascal Rambert; un libreto que funciona y que cuenta con numerosos momentos brillantes, pero que por momentos se ve algo lastrado por el exceso de metáforas y de lenguaje rebuscado que nunca utilizarían dos hermanas enzarzadas en una pelea.
En un formato como este, las interpretaciones lo son todo, y si no están a la altura, el proyecto está condenado al fracaso. Afortunadamente, Hermanas cuenta con dos actrices en estado de gracia, que no solo logran sostener la historia durante hora y media sin reducir ni un ápice el nervio y la tensión de la escena, sino que además son capaces de recitar largos monólogos sin que la cámara o la edición se metan en medio. A fin de cuentas, se trata de imitar el teatro, y en el escenario no hay cortes ni montaje que faciliten la tarea de los intérpretes.
El triunfo de este proyecto demuestra que pueden combinarse de forma satisfactoria estas dos formas de contar historias. Escenario 0, ya disponible en HBO España, cuenta con otros cinco capítulos en los que este formato se pone a prueba, y además, con otras dos propuestas nacionales que demuestran que la plataforma confía en la ficción española: la exitosísima Patria, que ya triunfó en San Sebastián, y el nuevo proyecto de Álex de la Iglesia, 30 Monedas (que se estrenará en noviembre tras su paso por el Festival de Sitges).