La Comisión Europea apoyó el pasado lunes las medidas del Gobierno español para combatir las noticias falsas.
Desde Bruselas, el portavoz de la Comisión, Johannes Bahrke, ha indicado que el orden ministerial emitido por el Ejecutivo tiene «el objetivo de garantizar la participación de España en el plan de acción de la Unión Europea contra la desinformación».
Bahrke ha recalcado que la orden se ciñe a «actualizar el sistema nacional existente para detectar campañas de desinformación». En su opinión, el protocolo del Gobierno de España «provee los instrumentos y los actores que garantizan la participación de España en los diferentes instrumentos establecidos por el Plan de Acción (de la UE) contra la Desiformación de 2018».
El plan europeo establece un Sistema de Alerta Rápida que detecta campañas de desinformación por parte de países externos para desestabilizar a la UE o a sus Estados miembros. Según el plan, cada país deberá compartir las alertas de las autoridades nacionales con los otros socios europeos y garantizar la coordinación con la Comisión Europea y el Servicio europeo de Acción Exterior. Bruselas considera que la nueva orden ministerial del Gobierno «garantiza la participación de España en esos mecanismos de coordinación».
Críticas de la oposición
El visto bueno europeo llega tras las críticas de PP y Ciudadanos que acusaron al Gobierno de crear un «Ministerio de la Verdad» para decidir sobre los contenidos informativos y marcar la actuación de los medios de comunicación. De hecho, el líder del PP, Pablo Casado, anunció que denunciaría ante las instacias europeas este procedimiento.
Desde el Gobierno, la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, defendió el plan del Gobierno contra la desinformación alegando que no tiene «absolutamente nada que ver» con la libertad de prensa, ideológica y de expresión recogida en la Constitución Española.
Calvo reprochó «a la derecha» que «cualquier cosa que no entiende o que no acepta va a Europa». Según ella, esta actitud es «bastante poco entendible». Además, ha reiterado que se hace lo mismo que en el resto de Europa.
La vicepresidenta explicó que el Congreso de los Diputados «lleva años» queriendo poner en marcha este plan que trata de combatir «mentiras que desinforman, confunden y pueden alterar el funcionamiento cotidiano de la libertad de opinión, prensa ideológica».
Guerras híbridas
Desde el 2014, la UE considera que las campañas de desinformación forman parte de la guerra híbrida que Rusia llevó a cabo en Ucrania. Ocasión en el que se combinó la agresión militar en Crimea con un bombardeo de informaciones presuntamente falsas o manipuladas. Por eso, Bruselas creó una unidad, la East Stratcom, para rebatir las desinformaciones difundidas por medios afines al Kremlin.
Tras el conflicto en Ucrania, la Comisión Europea redobló los esfuerzos para neutralizar la propagación de noticias falsas durante la campaña de las elecciones al Parlamento Europeo del año 2019. Y desde el inicio de la pandemia se ha intensificado las medidas contra la intoxicación informativa.
En 2018, la Comisión instó a todos los Estados miembros a establecer estructuras nacionales para contrarrestar las campañas de desinformación. En respuesta, el gobierno de Rajoy adoptó en marzo de 2019 el procedimiento de actuación contra la desinformación, pero no hizo público su contenido.