El Gobierno aprueba este viernes la creación de un ingreso Mínimo Vital. La nueva prestación de la Seguridad Social será de carácter permanente y tiene como objetivos redistribuir la renta para erradicar la pobreza extrema en España y fomentar la inclusión social.
El Gobierno ha explicado que la puesta en marcha del Ingreso Mínimo Vital se ha acelerado para ayudar a atenuar las situaciones de vulnerabilidad causadas por la COVID-19 y fomentar la participación en el mercado laboral de las personas más perjudicadas por la crisis sanitaria.
La nueva prestación llegaría a 850.000 hogares en los que viven un total de 2,3 millones de personas de las cuales el 30% son menores. Cada tipología de hogar, recibirá una renta u otra. En el caso de los hogares unipersonales será de 5.538 euros al año. La renta aumenta por cada miembro de la familia. Los hogares monoparentales, un 16% del total de familias que recibirán el Ingreso Mínimo Vital, recibirán un suplemento.
Según un borrador del Proyecto de Real Decreto-Ley por el que se establece el Ingreso Mínimo Vital, para acceder a la prestación la edad del titular solicitante debe estar entre 23 y 65 años y llevar al menos tres años constituido como hogar en el caso de que viva solo. Si se trata de una familia constituida por dos o más miembros, deberán llevar constituidos al menos un año como núcleo familiar.
El Gobierno calcula que el coste de la renta mínima ascenderá a 3.000 millones de euros al año que serán financiados con cargo a los presupuestos generales del Estado. El ingreso mínimo vital podría complementarse, además, con otras rentas salariales u otras prestaciones de las comunidades autónomas.
La prestación llegará a la población más pobre de España cuya renta disponible no llega a los 310 euros mensuales. De este modo, se pretende no dejar a nadie atrás y fomentar la participación de toda la ciudadanía en la vida social y económica del país.