El equipo defensor del título de Fórmula 1, ha trabajado para resolver sus problemas de refrigeración que tantos dolores de cabeza le supusieron en 2019.
A pesar de hacerse con el campeonato por sexta vez consecutiva, Mercedes arrastró durante toda la temporada pasada, problemas de temperatura en el motor de su W10. El trabajo en pre-temporada se ha enfocado en resolverlos y el equipo asegura haberlo logrado. El nuevo W11 cuenta con un sistema de refrigeración que permite trabajar el motor a mayor temperatura.
Una vez más, Mercedes vuelve a ser el equipo favorito para llevarse el título de Fórmula 1. Mientras las demás escuderías centran su trabajo en ponerse a su altura, los de Brackley intentan superarse a sí mismos año tras año. En esta ocasión, su máxima preocupación eran los problemas de refrigeración en su monoplaza y parece haberse resuelto con éxito.
El equipo podrá centrarse en otros aspectos
El problema de sobrecalentamiento del motor de su W10 fue arrastrándose a lo largo de toda la temporada anterior. Esto se hizo evidente en los grandes premios dónde la temperatura ambiental era especialmente alta.
Mercedes sabía cuál era el problema, pero tal y como explicaba el propio Andy Cowell, jefe de motores del equipo, no se podía resolver tan fácilmente durante la temporada sin recibir una importante sanción.
El trabajo realizado a lo largo del año pasado, permitió sobrevivir en las carreras más duras, pero ha sido ahora, antes del arranque de la nueva temporada, cuando el equipo ha podido ir más allá y cambiar el sistema de refrigeración.
Así pues, el Mercedes W11 está listo para la acción, y de primeras no parece que vaya a tener los mismos problemas de sobrecalentamiento que su predecesor. El equipo podrá centrarse en otros aspectos y se hace así más fuerte.
Los test de pre-temporada que celebran esta misma semana en el Circuit de Barcelona-Catalunya, determinarán realmente si el monoplaza está listo para dar guerra.