La Xunta de Galicia apuesta por celebrar verbenas este verano y que las orquestas gallegas no se vean económicamente tan afectadas.
Cuesta imaginar un verano en Galicia sin orquestas animando verbenas, pero también es difícil que la imagen de fiestas abarrotadas se repita este año. El coronavirus ha irrumpido en nuestras vidas, diseñando un futuro incierto. La desescalada va avanzando y en Galicia los datos son favorables, lo que ha permitido a la comunidad entrar en la fase 2. Los espectáculos están permitidos, pero con un límite de aforo y manteniendo las medidas de seguridad estipuladas.
En Galicia numerosas familias están involucradas en el sector de las orquestas y la temporada alta es, sin duda, el verano. En esta época se concentran una gran cantidad de fiestas, casi diarias y por toda la geografía gallega. El cese de actividad durante los meses estivales sería terrible y afectaría seriamente a muchas personas.
El vicepresidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, y el conselleiro de Cultura y Turismo, Román Rodríguez, se han reunido con representantes del sector de las orquestas para evaluar la situación en la que se encuentran. Han participado la Asociación Gallega de Orquestas, Gaias Eventos Musicales, la Asociación de Representantes Técnicos de Galicia y la Asociación de Empresarios de la Música de la Verbena Gallega (Asevega). Los representantes de la Xunta de Galicia apoyan la celebración de verbenas este verano, pero han indicado que el Gobierno central tiene que fijar las condiciones mientras dure el estado de alarma. En última instancia serían los propios ayuntamientos los que deberían decidir las medidas a adoptar. Así, la función de la Xunta de Galicia se limitaría a dar vía libre para la celebración de los festejos.
Siguiendo lo marcado por el Gobierno central para la fase 2 respecto a estos espectáculos, al aire libre se podrían congregar entre 200 y 400 personas, depende del caso. Eso sí, en ninguna ocasión se permite superar un tercio del aforo. Además, el público tendría que permanecer sentado y manteniendo la distancia de seguridad. De esta manera, los conciertos de las orquestas serían más calmados, ya que no se podría invitar al público a juntarse y bailar.