La artista regaló al público madrileño uno de los conciertos más emotivos de su tour ‘Bañarnos en Vaqueros’.
Pasadas ya las 9 de la noche, las luces del WiZink Center de Madrid se apagaron. Una bailarina de ballet salía a escena y las 6000 personas que esperaban en pista gritaban y aplaudían. Necesitaban ya a Sofía Ellar, a su guitarra y a sus músicos. Y con los acordes de Mundos empezaba, por fin, el concierto más ansiado del Bañarnos en Vaqueros Tour.
Tras una introducción a la que siguieron El Rayo Verde y Boots & Cats, la artista por fin saludaba a todos los que habían ido a apoyarla en una noche tan especial para ella. Definiéndose a sí misma como una loca y una soñadora pidió un aplauso enorme para el público, ese que sigue «llenando mi corazón cada día. Nos lo pasaremos de PM, que no voy a decir tacos esta noche».
El brillo de sus ojos, su forma de desenvolverse sobre el escenario y la complicidad con cada uno de los músicos que la acompañan. Tres cosas que definieron a la perfección lo que se estaba viviendo en el Palacio de los Deportes. Sofía es una artista sencilla, que transmite dulzura. Pero también un torbellino y una fuente de inspiración constante. Es por eso que no sorprendió que decidiera hacer cambios de vestuario encima del escenario. Un momento que aprovechó para mostrar a sus seguidores que existe un equipo trabajando detrás de su proyecto para que todo salga bien.
Un concierto con colaboraciones especiales
Si bien es cierto que todos sabían que Dani Fernández iba a acompañarla en esta noche tan especial, nadie esperaba el resto de colaboraciones. Las sorpresas en un concierto siempre son de agradecer, y más cuando ni siquiera se han recibido pistas, según contó la propia Sofía.
Rock'n'rolles de Chiquillos con @danifdezmusic
Dani, te palomiteas conmigo en el wizink center el próximo 17 de octubre…?https://t.co/zijvbggW9W— Sofia Ellar (@SofiaEllar) September 29, 2019
Además de Rock’n’rolles de chiquillos con Dani, Sofía cantó junto a Los Secretos. El grupo fue su banda sonora cuando era niña. «Han aceptado cantar conmigo, con una mojigata», confesó emocionada. Tras G&T’s, una preciosa canción de su álbum Seis Peniques, se atrevieron a versionar Déjame, la mítica del grupo.
El momento más emotivo de la noche llegó con «su colaboración más especial». Su madre, en un segundo plano y poco visible encima del escenario por petición propia, cantó junto a ella Ana. La canción fue escrita por las dos y forma parte de su segundo álbum, Nota en Do. Quiso así homenajear a todas las madres presentes en el recinto porque «ser madre es un trabajo». Y acabó con lágrimas en los ojos fundida en un abrazo con la suya.
Una de las últimas canciones fue Verano con Lima. Así, junto a Álvaro Soler, compartió uno de los momentos más divertidos y alegres de la noche. Recorriendo todo el escenario, bailando como niños felices e, incluso, siendo llevada a caballito, entonaron eso de «que tus canciones llenan arcoiris de colores, no entienden de rabias ni rencores».
Una artista entregada
Por supuesto, no faltaron aquellas canciones que ya forman parte de la banda sonora de sus seguidores. Amor de anticuario, Ahora dime y Segundas partes entre suicidas fueron de las más coreadas por el público. Incluso se atrevió a bajar a cantar entre la multitud. Un acto de locura que, confesó, seguro enfadaría a sus padres
Con Bañarnos en Vaqueros, que da nombre al tour, presenciamos otro momento divertido. Apareció en el escenario un perchero móvil lleno de pantalones vaqueros que fue tirando al público durante la canción. Y con Media tinta dejó claro que es mucho más que una niña mona con una voz bonita.
Con este sold out consiguió cumplir uno de sus sueños, dar un concierto en el mítico Palacio de los Deportes. Pero sus actuaciones continúan. En el mes de noviembre estará en Terrassa, Girona y Salt. ¡No te la puedes perder!