El Festival de Cine Europeo de Sevilla presentaba el pasado noviembre el largometraje Karen de María Pérez Sanz en la Sección Oficial del festival.
Christina Rosenvinge da vida a la escritora danesa Karen Blixen. Conocida también por el seudónimo de Isak Dinesen. Mujer libre y aventurera, autora de las celebérrimas Memorias de África. En el segundo largometraje que María Pérez Sanz (Cáceres, 1984) dirige, construye un retrato íntimo, elegante y delicado de los últimos tiempos en África de Blixen a través de viñetas de luz cristalina ambientada por la música de Rosenvinge. Y en especial, la particular relación entre Karen y su criado somalí Farah Aden: una amistad adelantada a su tiempo, en la que grandes diferencias que parecen insalvables se disuelven ante un gran entendimiento.
Película de género dramático. Ambientada en el colonialismo de entre los años 1910 y 1919. Dirección de María Pérez Sanz. Guion de María Pérez Sanz y Carlos Egea. Fotografía de Ion de Sosa. Montaje de Carlos Egea y Sergio Jiménez. Música de la propia Christina Rosenvinge. Sonido de Miguel Caprara y Roberto Fernández. Directora de arte: Carmen Main. Maquilladora: Inma Azorín. Figurinista: Sofía Nieto. Intérpretes: Christina Rosenvinge, Alito Rodgers Jr., Isabelle Stoffel. Producción de Ignacio Salazar-Simpson, Ricardo Marco Budé, Irene Ramos Ballesteros, Cristina Hergueta Garde y Bárbara Gut. Y Compañía Productora: Redantfilms, Obra La Belleza AIE y Siete Hachas.
El film participó en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, siendo unos de los tres títulos españoles de la Sección Oficial. No es la primera vez que una película de Pérez Sanz se traslada a las pantallas de un festival. La directora ha participado en la VII edición del Berlinae Talent Campus y en la VIII edición del Short Film Corner del Festival de Cannes, además de ser premiada en varias ocasiones.
Karen comienza con lo abierto, diáfano e inabarcable del paisaje para, cerrarse en el hogar, el fuego y unas labores tan cotidianas como comer, descansar o pagar a los empleados. Apenas tres humanos aparecen en este microcosmos: Karen, Farah Aden y una amiga de la escritora, interpretada por Isabelle. Los diálogos entre ellos irán construyendo la escasa trama de la película, revestidos de simbolismo y dejando entrever entre sus palabras lo que les une, les separa y les preocupa. La directora opta por jugar con el silencio, creando una trama más tranquila a la par que inquietante.
En esos actos y diálogos rutinarios podemos reconocer a la persona y no a la figura. Por ejemplo, descubriremos la confianza en su compañero. María pone especial acento por la estrecha relación que alimenta, una extraña amistad que parece insalvable por sus diferencias. Una mujer europea en posición de poder ante un hombre africano. Un vínculo que se describe sola en una de las frases del film: “Tú estás conmigo por algo, yo estoy contigo por algo; tú no eres nada sin mí, yo no soy nada sin ti”.