Tetuán acogerá una nueva cacerolada a comienzos de noviembre como reclamo para reabrir el viejo centro de salud de Villaamil.
Los vecinos del distrito de Tetuán volverán a protestar este jueves, día 4 de noviembre, para reclamar la reapertura del centro de salud Villaamil. La atención del centro se trasladó al Centro de Salud Doctor Gastroviejo, en el Barrio del Pilar. Esto ocurrió a mediados de junio por un problema con unos okupas.
El barrio de Berruguete y sus 25000 vecinos llevan desde el pasado mes de junio sin centro de salud. La situación ha ocasionado dos manifestaciones, distintas concentraciones y una recogida de firmas para protestar por la situación. Pese a ello, no hay noticias acerca de un calendario de reapertura o construcción de un nuevo centro de salud en el barrio.
El local de la calle de Villaamil, cerrado de la noche a la mañana, era alquilado y arrastraba un historial largo de incidentes de infraestructura. La última avería antes del cierre definitivo fueron unas goteras de las que la Comunidad de Madrid responsabilizó a los okupas del piso de arriba. Aunque posteriormente se llevaron a cabo operaciones de retirada de amianto en el local.
Una situación límite
En concreto, la Asociación de Vecinos Cuatro Caminos-Tetuán y la Asociación Vecinal y Huerto Urbano Ventilla-Almenara han convocado una concentración frente a la Junta Municipal de Tetuán para ese día, según han informado en redes sociales. Además, llaman a protagonizar una cacerolada frente a este edificio ubicado en el número 357 de la calle Bravo Murillo a las 18:30 para reclamar la reapertura de los Servicios de Urgencias de Atención Primaria. También protestarán por el cierre a las 18:00 H de los centros de salud y reclamarán la «contratación urgente» de más profesionales sanitarios.
La Comunidad de Madrid explicaba en junio que el Centro de Salud Villaamil, en régimen de alquiler, se ubica en la planta baja de una comunidad de vecinos, y en la primera planta de dicho edificio se instalaron hace años unos okupas que a lo largo del tiempo han venido generando múltiples desperfectos.
La perspectiva de que no haya de momento una alternativa en el propio barrio de Berruguete para sustituir al viejo ambulatorio hizo temer desde el principio que el traslado a un centro a más de media hora andando se convirtiera en definitivo o, al menos, se alargara más de lo deseable.