Más del 90% de animales y sus derivados que consumimos provienen de granjas de producción intensiva. Este modelo de negocio es el principal motivo de la crisis de sostenibilidad que está viviendo el planeta
Actualmente, en España, hay más cerdos que personas. Para alimentar a todos estos animales, se necesitan hectáreas de terrenos de cultivo, que suponen el desgaste de recursos y la destrucción de ecosistemas. No se trata problema exclusivo de nuestro país. De hecho, el 91% de la selva del Amazonas ha sido desforestada por culpa de este negocio.
El 45% de la superficie terrestre se utiliza para producir carne, lácteos y huevos. Según Green Peace, la ganadería supone una gran amenaza para la biodiversidad del planeta, ya que la desforestación de terrenos para conrear implica la eliminación de cientos de plantas y animales, contribuyendo así a la extinción de especies.
Además, se utiliza una gran cantidad de agua, tanto para alimentar al ganado como para regar los cultivos. Esta industria gasta dos terceras partes del agua dulce mundial. Según Cowspiracy, para producir una hamburguesa de ternera se necesitan 660 galones de agua, que son el equivalente a dejar el grifo encendido durante dos meses.
Ante esta crisis de sostenibilidad, la FAO recomienda reducir al máximo el consumo de animales y sus derivados, recomendando la adopción de una dieta vegana como solución a este problema medioambiental.