La Junta de Castilla-La Mancha ha preparado tres posibles escenarios para la vuelta al cole, procurando la mayor presencialidad posible y dotando a los centros de material informático.
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha previsto tres escenarios para la inminente vuelta al cole. Partiendo de que el Ejecutivo pretende que el curso tenga “la mayor presencialidad posible”, se han previsto tres posibles escenarios.
Según ha explicado el vicepresidente, José Luis Martínez Guijarro, el primer escenario es el arranque “normal” de las clases presenciales. La segunda de las previsiones es que se produzcan brotes en algunas clases o colegios, ante lo que habrá que tomar medidas de confinamiento en un aula o incluso en el centro entero. Por último, como tercera opción se contempla el decreto del estado de alarma por parte del Gobierno de España, ante lo que se tendrán que volver a cerrar todos los centros educativos.
Para estos dos últimos escenarios, se ha reforzado el aparato informático de los centros con la adquisición de 72.000 equipos, entre ordenadores, videocámaras, tablets o routers, “para que así las clases se puedan desarrollar de forma telemática sin ningún problema”. El vicepresidente ha justificado esta decisión como algo necesario, pues “se ha detectado que no todo el mundo en la región tiene acceso a las nuevas tecnologías”.
Además de este plan de digitalización, que ha supuesto 28 millones de euros, el Gobierno regional ha invertido en torno a 10 millones de euros para mejorar de forma arquitectónica varios edificios de centros de educación primaria y secundaria. De igual modo, se han contratado a 3.000 docentes más para poner en marcha un plan de refuerzo escolar.
Más ayuda para comedor y libros
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha incrementado en un 20% las ayudas para la adquisición de libros de texto y para el comedor escolar, dentro de los programas “para favorecer la igualdad de oportunidades”. En relación a las medidas de seguridad frente al Covid-19, se han invertido 4 millones de euros para dotar de elementos de protección a personal y alumnos. De este modo, el arranque de curso contará con una distribución masiva de mascarillas, así como con un crédito para que los colegios puedan afrontar gastos extraordinarios.