En los últimos días, o incluso, meses la tecnología 5G está dando mucho que hablar. Esta nueva generación de conexión promete mejorarnos la vida dándonos unas velocidades de internet, nunca antes vistas.
Todos en nuestro día a día estamos acostumbrados a encender nuestro teléfono móvil y observar las letras 4G, pero muy pocos pueden decir que alguna vez hayan disfrutado de la conectividad 5G. Muchas personas, incluso, no saben a que hace referencia esta simbología, y otros muchos quizá ni se hayan dado cuenta de que están ahí.
El 5G promete aumentar la velocidad de conexión, llegando incluso a superar la de la fibra óptica. Además, el uso de esta red promete una baja latencia; que es el conjunto de los retardos que existen en la propia red.
El propio chip que posibilita la conexión en los terminales tiene un consumo de batería más bajo que los que posibilitan el 4G o el 3G, en la teoría. Diferentes análisis realizados por Cnet con el Galaxy S20 o con el Redmi K30 PRO evidencian todo lo contrario.
Con el primero de ellos, el terminal de la marca surcoreana, con cuatro horas de un uso ininterrumpido, vio como su carga bajaba a la mitad de capacidad. Mientras que cuando se usaba la red 4G la batería duraba hasta un 35 por ciento más.
La compañía ha reconocido en su página de atención al cliente que no solo es necesaria una red 5G, si no que hay que disponer una red LTE o 3G para que el terminal opere bien con los datos, llamadas y mensajes de texto.
Con el Redmi hay un problema muy similar, tras cuatro horas de uso el terminal desciende su batería en un porcentaje muy alto, llegando incluso a limitar la red 5G para poder ofrecer una experiencia de batería decente.
Una de las posibles soluciones, y más rápidas, es aumentar los miliamperios de las baterías, que es las estrategia llevada acabo por los dos fabricantes mencionados. En el caso del Redmi cuenta con 4.700 mAh.
