La derrota apabullante de la selección española ante Rusia pone en entredicho la impoluta trayectoria del combinado nacional durante la gira Ñ.Hace 24 horas, los aficionados españoles nos mostrábamos satisfechos por la victoria de la selección española ante Argentina en el que Ricky estuvo sensacional. Horas más tarde, los de Scariolo recibieron un varapalo en manos del equipo ruso.
Es cierto que Marc Gasol no se vistió de corto por problemas estomacales y que Rudy optó por guardar reposo. Ambas bajas supusieron falta de eficacia en el tiro de orden táctico, por lo que uno podía esperar peor rendimiento por parte del conjunto.
Sin embargo, la decepción fue brutal al presenciar cómo imperaban las imprecisiones en la circulación de balón en fases de ataque y sobre todo, la facilidad que tenía el adversario a la hora de ejecutar triples.
Las principales evidencias de la hipótesis planteada se manifestaron en el segundo y tercer cuarto. Antes del descanso, solamente se anotaron cinco puntos y ambos desde el tiro libre.
Para colmo de los males, la eficacia anotadora rusa aumentó en el inicio de la segunda parte. De repente, el equipo español se veía alejado a casi 20 puntos.
No obstante, cuando más aumentaba la ventaja, llegaban dosis de mejora en la faceta anotadora. Parecía que se podía maquillar el resultado, pero nada más lejos de la realidad, la impulsividad táctica rusa se acabó imponiendo con dureza.
El propio Scariolo ha destacado que no existe excusa ante tal humillante derrota. Muchos aficionados destacan que se pierden encuentros en la fase preparatoria.
Es cierto que el resultado suele ser lo menos importante