La Peña Taurina Popular ha querido advertir de que, a su juicio, el Gobierno acabará pronto con la denominada fiesta nacional. Considera las palabras del director general de Derechos Animales una declaración de intenciones.
El vicepresidente de la peña, Antonio Martínez Iniesta, alude a un reciente artículo del director general de Derechos de los Animales, Sergio García Torres, para sustentar su preocupación ante el «próximo fin» de un sector que genera más de 100 millones de euros y centenares de empleos en Castilla-La Mancha. En su exposición, García Torres «engarza clichés antitaurinos al objeto de justificar la supresión de una actividad ligada a la historia, a la cultura, a la economía y a la supervivencia del toro de lidia, que desaparecería si lo hace la tauromaquia», ha argumentado.
“La izquierda es una paradoja: el animalismo acabará con el animal que pretende proteger”, asegura Martínez Iniesta, para quien la «fobia» de la izquierda a la fiesta de los toros solo se explica «si se tiene en cuenta el sectarismo de socialistas y comunistas que, so pretexto de evitar lo que consideran un festejo cruel dañarán a un sector mucho más comprometidos que el progresismo totalitario con el medioambiente», como demuestran las dehesas.
La peña Popular Taurina está convencida de que el Gobierno quiere apuntillar al sector y también de que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, no se opondrá a las medidas que apruebe la izquierda para «acabar con un modo de vida arraigado a la comunidad autónoma». “Lo prueba su silencio ante los constantes ataques perpetrados por las instancias gubernamentales a la tauromaquia”, explica Martínez Iniesta.