La formación de Rocio Monasterio ha registrado una propuesta con la que pretende “salvar Navacerrada”.
El Grupo Parlamentario de Vox en la Asamblea de Madrid registró, el pasado 28 de octubre, una Proposición No de Ley (PNL) relativa a la Estación del Puerto de Navacerrada. Una instalación, recordemos, que, por orden del Ministerio de Transición Ecológica, verá como cierran sus tres pistas principales –Escaparate, Bosque y Telégrafo–aludiendo al presunto daño medioambiental que suponen para la zona.
En su proposición, Vox insta al Consejo de Gobierno para que defienda frente al Ejecutivo Central a la estación como «elemento de atractivo turístico y de dinamización medioambiental, deportiva, turística, social y económica de la Comunidad de Madrid«.
Desde Vox piden la recomendación de que las Administraciones Públicas y la sociedad civil creen iniciativas de colaboración para ampliar y diversificar su uso y su disfrute con el objetivo de facilitar el acceso a la naturaleza de las personas con discapacidad, los mayores, la infancia y la juventud como una alternativa de ocio saludable.
El partido liderado por Rocío Monasterio se ha posicionado en contra de los argumentos para su mantenimiento. El Ministerio de Transición Ecológica del Gobierno de la Nación (MITECO) presentó una propuesta de Programa de recuperación y activación económica sostenible del Puerto de Navacerrada, que supone «la reversión al dominio público forestal de esos montes, y quiere llevar a cabo un Programa piloto para la activación económica sostenible».
No obstante, la documentación que justifica el cierre de la Estación consideran que «no cuenta con los informes que lo avalen, ya que, una decisión como el cierre de las pistas de Navacerrada debería contar con una serie de informes, que valoren el impacto económico -los puestos de trabajo que se perderán debido al cierre, las afecciones para el sector terciario-.
Vox expone sus argumentos
También, otro sobre el impacto social, ya que alrededor de 14.000 niños al año «aprenden a esquiar en Navacerrada, mientras que para muchas personas mayores y con discapacidad supone la única vía para disfrutar de la naturaleza, y por último, sobre el impacto medioambiental derivado de la desinstalación de las pistas».
Por otra parte, creen que «debe ponerse en valor el carácter histórico de la estación», recordando que la práctica del esquí data de 1902 y el primer telesquí de 1943 y que fue, precisamente aquí, donde aprendieron a esquiar pioneros como Tomás Velasco, Margot Moles o Ernestina Herreros, primeros olímpicos españoles de esquí en los Juegos de Invierno de 1936 y campeones olímpicos como Francisco Fernández Ochoa, medalla de oro en 1972 en Sapporo, y Blanca Fernández Ochoa, medalla de bronce en 1992 en Albertville, junto con más de cuarenta campeones de España.
«Asimismo, la estación es un paraje de referencia para los clubes deportivos madrileños y castellanoleoneses y para miles de niños que continúan aprendiendo a esquiar en sus pistas, por lo que supone una alternativa de ocio saludable, en plena naturaleza, para la infancia y la juventud», han defendido.
Por ello, el cierre de la estación consideran que «supondrá una limitación para personas con discapacidad, que pueden usar de los remontes y telesillas para acceder con facilidad para gozar del paisaje, las cimas y la nieve».