Ambos líderes de estados se darán cita en la ciudad rusa para intensificar los lazos económicos. Dicho encuentro parece indicar el intento de diversificar los apoyos diplomáticos para favorecer la desnuclearización de Corea del Norte.
El cerco acaecido diplomática y económicamente sobre Corea del Norte ha ido in crescendo desde que tomara el poder Donald Trump. Empujados por éste, los países de la OTAN han llevado a cabo un bloqueo económico. Este se estima que pudo afectar al 90% de los productos refinados que iban en dirección a Corea del Norte.
El único apoyo físico del régimen de Pyongyang, China, se ha mostrado tibia a la hora de repeler dichas sanciones. En vista a esto, se acordó cambiar la hoja de ruta en cuanto a Política Exterior. Se realizó en el Congreso Nacional de los Trabajadores de Corea del Norte, máximo órgano de decisión política. Mediante decreto, se marcaba como objetivo la diversificación de los apoyos diplomáticos y económicos.
Este intento de menguar la dependencia respecto a China, se ha visto claramente en las reuniones mantenidas por su líder Kim Jong Un. En 2018 vimos por primera vez la primera cumbre diplomática entre los jefes de estado de EEUU y de Corea del Norte. Este evento se repitió en busca de pactar el desarme nuclear del país asiático.
También el presidente norcoreano ha permanecido fiel al documento congresual. Éste ha llevado a cabo reuniones con el entonces primer ministro ruso Dimitri Medvedev, con su homólogo vietnamita o con el mismísimo presidente de Corea del Sur (con quien aún tiene un conflicto bélico irresoluto).
En el mismo documento afirman la insuficiencia productiva en determinadas industrias infraestructurales como la del acero. También se afirma la necesidad de incrementar la producción de bienes de consumo primarios. Para ello, el documento muestra las necesidades de incorporar nuevos métodos de gestión económica y la obligatoriedad de nuevos equipamientos tecnológicos.
La cumbre
Esta secuencia nos puede ayudar a entender que el acercamiento hacia Rusia se vea trascendental. En vistas a esto, se ha organizado en la frontera entre Rusia y Corea del Norte, a orillas del Pacífico, una reunión en la ciudad rusa de Vladivostok. Allí comparecerán el propio presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin y el líder norcoreano. La ciudad se encuentra engalonada con banderas de ambas naciones. Será un evento singular para ambos estados. Las expectativas están muy altas, sobre todo desde Pyongyang. Kim Jong Un necesita reclutar a un nuevo aliado económico y militar.
El jefe de estado norcoreano llegará a Vladivostock bajo las más estrictos medidas de seguridad. Entre ellos incluye la llegada en un tren blindado que partirá desde Pyongyang. Se espera su llegada el miércoles sobre las 18.00 de la tarde de la hora local. La cumbre tendrá lugar al día siguiente, el jueves 25.
Las expectativas
Desde Pyongyang esperan que Putin se comprometa oficialmente a elevar el comercio bilateral hasta los 1.000 millones de dólares. Actualmente se pondera sobre los 80 millones aproximadamente. Además, su ayuda en materia de infraestructuras y capacitación técnica sería de vital importancia a la hora de reformar la economía. Kim Jong Un por su parte se comprometería a habilitar un espacio económico exclusivo dentro de la propia Corea del Norte. Ésta albergaría espacio para la implantación de empresas de origen ruso. Este sitio por su importancia geoestratégica podría situarse según los expertos frente a la costa orientada a Japón.
