La exvicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha comparecido hoy en la Fiscalía acerca del procés catalán y la violencia vivida el 1-O.
En el camino al segundo aniversario del referéndum ilegal catalán y del inicio del procés, los miembros del partido que gobernaba cuando dió lugar, el Partido Popular, declaran ante la Fiscalía. Hoy era el turno de Soraya Sáenz de Santamaría, la que ha hablado de la violencia vivida en esos días, y de como lo intentaron llevar desde el partido.
Según la exvicepresidenta la violencia fue la protagonista antes y después del 1-O: «Ante cualquier actuación judicial que se llevaba a cabo, como registros en domicilios o naves, se producían aglomeraciones con imágenes de naturaleza violenta.Todo el mundo vio las imágenes de actuaciones violentas. Yo sé lo que es vivir un escrache. Y aquello no lo fue. Fue un acoso violento». Por parte de la ciudadanía catalana también hubo agresiones hacia los agentes de seguridad: «Vi murallas humanas y agresiones y lanzamientos de objetos».
En el turno de preguntas del partido ultraderechista Vox, ha negado rotundamente que Rajoy mantuviera conversaciones con la Generalitat acerca de la aplicación del 155: «En el referéndum no quise entrar porque no era un tema del Gobierno, sino de la soberanía del pueblo español».Sobre ese punto ni nos íbamos a entender ni íbamos a negociar». Según la exvicepresidenta: «esa medida fue suficiente para garantizar la unidad nacional y el cumplimiento de la ley. El 155 se aplicó siendo una medida excepcional y cuando se logró un acuerdo político». Sáenz de Santamaría ha negado haber realizado otras medidas más severas como «decretar los estados de alarma, excepción y sitio porque habría perjudicado a los ciudadanos de Cataluña».
Concluye su intervención asegurando que no sabía el plan policial y que «actuaba por una orden judicial y el Gobierno respeta la división de poderes».
