No, eso no lo vamos a escuchar. Pero «salvar la Navidad» y «salvar el verano» a cascoporro.
Por querer «salvar» épocas, luego el palo y las restricciones son mayores. «La culpa es de los jóvenes«, dicen. Y pagamos todos. «El sistema online funciona«, dicen. Pero no señores, no. Ni la culpa es de los jóvenes ni el sistema online funciona. Cuando en noviembre la Junta de Andalucía cortó las clases presenciales de las universidades no lo entendía. Y sigo sin entenderlo.
Es decir: un confinamiento, «salvemos el verano», cortan clases presenciales y medidas más duras, «salvemos la Navidad», y otra vez medidas más duras. Pues no lo entiendo.
Llevo casi un curso escolar entero en mi casa. Docencia online, traducido en: malas conexiones, temario inadaptado, falta de comunicación, descontrol. «Profe se me ha ido la luz en mi casa y no me puedo conectar», y siempre pasa algo. Además, de mi cama al escritorio y del escritorio a la cama, porque por querer «salvar» la Navidad, ahora estamos como estamos.
«Los jóvenes son el futuro». Pues con una docencia así que futuro más negro. La educación debería ser la base de un país, lo dejo ahí. Yo, personalmente, estudio periodismo, y el día de mañana, si acabo en un plató, no voy a saber hacer nada porque todo es desde casa. Si acabo en radio, tampoco voy a saber mandar las señales al técnico porque todo es desde casa. Aplicable a todas las carreras.
Un sistema que no está preparado para exámenes online porque nos copiamos, ¿Dónde se quedó el aprender? Alumnos desmotivados por un sistema que no sabemos que hace falta que pase o suceda para que se esfuercen en cambiarlo. Profesores cansados, aunque hay unos cuantos que siguen dando 200% para que sus alumnos aprendan, todo hay que decirlo, y a vosotros, mil gracias.
Creo que en vez de «salvar» épocas, deberíamos «salvar» profesiones, «salvar» la educación. Cuando «salvan» épocas, se olvidan de salvar vidas y de lo realmente importante.