En la recta final de la investidura, Pedro Sánchez se está asegurando los apoyos necesarios. El día 7 saldrá investido por mayoría simple.
El PSOE, y el propio Pedro Sánchez, se habían propuesto en campaña electoral de las elecciones del 10N tener gobierno lo antes posible. En un principio, la fecha fijada era antes de Navidades, para luego retrasarse a antes de Fin de Año. Pero los tiempos impuestos por ERC y la fragmentación del Congreso en grupos minoritarios, claves para el éxito de la investidura, han dado al traste con esta idea.
La promesa hecha en campaña por Sánchez, de tener gobierno lo antes posible, se aplicó desde la noche electoral del 10 de noviembre, cuando se hicieron públicos los resultados. En poco menos de 48h, el PSOE y Unidas Podemos alcanzaban un acuerdo para un gobierno de coalición. Este acuerdo fue sometido a votación, y los militantes de ambas formaciones refrendaron el acuerdo alcanzado por sus líderes. Pero la suma de ambas formaciones no era suficiente, alcanzando 155 escaños, lejos de la mayoría absoluta (176).
El acuerdo con Unidas Podemos indicaba una vía firme en la línea de búsqueda de acuerdos, pues descartaba el apoyo del PP y de Ciudadanos, que apostó fuerte por un tripartito, la ‘vía 221’. Desde ese momento, el PSOE comenzó a reunirse con Esquerra Republicana, pero fueron los catalanes los que impusieron sus tiempos. La formación liderada por Oriol Junqueras descartaba una investidura antes del fin de 2019, y confirmaba su abstención durante el día de ayer, tras aprobarlo su Ejecutiva y el Consell Nacional. Las bases de Bildu aprobaban este viernes abstenerse en segunda votación.
Los partidos minoritarios, claves para la investidura
Este acuerdo provocaba que el diputado del PRC, Jose María Manzón, votase en contra, aludiendo el texto del acuerdo entre el PSOE y ERC. El PSOE es el socio de gobierno de Miguel Ángel Revilla, por lo que, si los cántabros votan ‘no’ a Pedro Sánchez, su gobierno caería inmediatamente tal y cómo han asegurado los socialistas. Esto provocaba alarma en el PSOE, que ahora dependía de los grupos minoritarios: Más País, Nueva Canaria, Coalición Canaria, Teruel Existe y BNG.
Durante esta mañana, se han sucedido las firmas de acuerdos. Nueva Canaria ha sido el primero en firmar su voto favorable a la investidura de Sánchez, un acuerdo que, en boca de su presidente, Román Rodríguez, «refleja el 95% de su programa electoral», en especial, la protección de los productos canarios tras el «Brexit».
Después, ha llegado el turno de Compromís. Su único diputado, Joan Baldoví, integrado en Más País, le ha arrancado al PSOE varios compromisos, en materia fiscal, infraestructuras, medioambiental y agrícola. El político valenciano ha declarado que «Vamos a ser unos socios leales, vamos a contribuir a la gobernabilidad y a la investidura”, aunque vigilarán el cumplimiento de lo acordado.
Tomas Guirarte, representante de Teruel Existe y exponente de la ‘España Vaciada’, alcanzaba anoche un acuerdo con el PSOE. A cambio de su voto favorable, los socialistas se comprometían a recuperar una autovía cancelada por su impacto medioambiental, entre otras infraestructuras. Además, Guirarte ha conseguido numerosas medidas que frenen el despoblamiento rural, especialmente agresivo con su provincia. Entre estas medidas se encuentran subvenciones a las zonas rurales y descentralización de algunas estructuras públicas.