El Partido Popular y el PSOE solicitarán créditos bancarios con valor de 60 millones de euros para financiar las próximas elecciones.
Esto provocará un aumento de la deuda contraída entre los partidos tradicionales y las entidades bancarias, que actualmente es de 65 millones de euros. El partido de Pablo Casado destinará 15 millones en sufragar las elecciones generales y europeas y, la misma cantidad para la segunda cita electoral: autonómicas y municipales.
Por su parte, desde el Partido Socialista, según informa el País, gastarán nueve millones en las del 28 de abril y 16,4 en las de mayo. Además, obtendrá financiación a partir de microcréditos por parte de los simpatizantes. Ciudadanos también recurrirá a las entidades bancarias, aunque se desconoce la cantidad que solicitarán. La última vez que esta formación pidió financiación a través de créditos bancarios fue en las elecciones generales de 2015, en las que demandó 9 millones de euros. El partido de Albert Rivera aclara que no hubiese sido necesario recurrir a esta forma de financiación de no ser por la proximidad temporal de las próximas citas electorales: generales, autonómicas, municipales y europeas. Por su parte, Podemos se mantiene fiel a sus palabras de no solicitar dinero a la banca, ya que consideran que esto genera dependencia. Por ello, optarán por sufragar la campaña con microcréditos de sus simpatizantes.
Anteriormente, el principal financiador de los partidos era Banco Popular hasta su quiebra en 2017. Desde entonces, los bancos se muestran reticentes a prestar dinero a las formaciones políticas. Algunos partidos como el Partido Popular a fin de convencer a las entidades, estipulan la devolución del dinero en cuanto reciban el dinero proporcionado por el Ministerio del Interior conforme a los resultados obtenidos.