Tras unas negociaciones que se han demorado durante más de 20 años, la UE y Mercosur han logrado un acuerdo comercial que impulsará a empresas europeas.
Mercosur es un proceso de integración regional que arrancó en 1991. Está formado por varios países: Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Además, Bolivia está en proceso de adhesión. Aunque en un principio constituyó un intento de organización similar a la UE, de momento están instalados en una unión comercial. Estos países tienen en conjunto una población de más de 260 millones de personas, lo que hace que cualquier acuerdo comercial con ellos sea muy positivo.
Pero estas negociaciones se llevan demorando más de veinte años. Finalmente, y gracias al impulso en esta última semana por parte de España y Alemania se ha producido este acuerdo. Así, la UE ha vencido las resistencias de muchos países, sobre todo en temas agrícolas. Este pacto se reivindica como un adalid del libre comercio frente al proteccionismo protagonizado por las guerras comerciales entre Estados Unidos y China.
El acuerdo todavía tiene que ser aprobado por los Estados Miembros y el nuevo Parlamento Europeo. Además, ha contado con varios detractores. El presidente francés, Emmanuel Macron se encontraba escéptico, debido a las consecuencias medioambientales que podría contraer, y por el efecto sobre los agricultores galos. A esta última posición se adscriben otros países como Irlanda, Bélgica y Polonia, que pueden ver afectados sus sectores agrícolas y ganaderos.
Mercosur y la UE han alcanzado un acuerdo histórico
Además, el tema medioambiental que contraiga este acuerdo es de gran importancia. Tanto es así que 340 organizaciones y más de sesenta eurodiputados ya han pedido a la Comisión Europea que frene este acuerdo. «Las decisiones que se tomen ahora sobre el comercio afectarán a los cimientos de la vida europea de las próximas generaciones, especialmente en un momento en el que el sector agrícola está buscando asegurar su renovación generacional», advierte una patronal agraria.
Pero hasta el último momento no fue seguro la consecución. Las presiones de los países europeos llegaban justo con el inicio de las negociaciones técnicas. Estas negociaciones precedieron a las reuniones definitivas. Además, la UE no estaba segura de la buena disposición de Brasil tras la llegada al poder de Bolsonaro. No obstante, y aunque los trabajos con este país se llevan desarrollando desde hace mucho tiempo, ha sido bajo su mandato cuando se ha firmado este histórico acuerdo. Destaca especialmente el importante papel que ha jugado España para el acuerdo.
Finalmente, la firma llegó a tiempo para el inicio de G-20, así como para llegar a manos de Jean Claud Juncker, presidente de una Comisión Europea a la que le quedan escasos meses de mandato. Este pacto supondrá la supresión de 4.000 millones de euros en aranceles y se derribarán barreras en sectores textiles, del calzado y vino.
