La vicesecretaria de Sociedad del Bienestar del Partido Popular andaluz, Ana Mata, ha destacado que “ahora en Andalucía sí hay coordinación entre las consejerías de Salud y Políticas Sociales”.
Mata precisó que este modelo, que desde el PPA tanto se había reclamado a los anteriores gobiernos socialistas, “se ha impulso durante la pandemia de forma ágil y se ha constatado cómo ahora sí se trabaja con coordinación entre estas dos importantísimas consejerías”. Afortunadamente, continuó Mata, “este plan de humanización que comprende trece importantes medidas que tanto habíamos reclamado en el Parlamento andaluz” suponen una “exacta coordinación impulsada por Juanma Moreno entre el sistema sanitario y los profesionales de las residencias”. Destacó como “fundamental” la figura de la enfermera de gestión de casos “para poder analizar cada uno de ellos y dar la mejor atención posibles tanto a las personas que están en una residencia como a sus familiares”.
Para continuar apuntalando y mejorando este nuevo modelo de atención sociosanitaria, Mata recordó que será necesario modificar normas “para hacer más ágil el trabajo de los sanitarios y de las residencias”, una coordinación que insistió el calificar como “necesaria para poder atender cualquier incidencia que surja en cualquier momento”. En el mismo sentido, la vicesecretaria también destacó que “ahora sí se cruzan los datos entre ambas consejerías” dado que es muy importante que “la información de un usuario que tenga el SAS se pueda trasladar a Políticas Sociales, e igualmente a la inversa”.
Igualmente, Mata remarcó la distribución de más de 700 tabletas digitales en hospitales y residencias “para que el aislamiento de cientos de personas fuera mucho más cercano y se pudieran comunicar mucho mejor con sus familiares”.
Preguntada por TimeJust por el Ingreso Mínimo Vital, Mata afirmó que estaban de acuerdo con esta medida, pero también reclamó al Gobierno de Sánchez más información y que la gestión de la renta mínima vital tiene que recaer en las comunidades autónomas y rechazó “el juego a doble banda de Pedro Sánchez” de dar la gestión al País Vasco y Navarra “mientras que al resto de comunidades nos tiene completamente al margen y no tenemos ninguna información”. Preguntada por el Plan europeo de reconstrucción que destinará 750.000 millones, pidió que «no fuera un cheque en blanco para Sánchez», sino que fuera un «apoyo para plantearnos el futuro».
