Los test rápidos para detectar el Covid-19 que adquirió el Ministerio de Sanidad a una empresa china tienen un índice de sensibilidad bajo, lo que supone que dan falsos negativos: niegan la enfermedad en pacientes que la padecen.
El pasado domingo Moncloa anunciaba el reparto de test rápidos de detección del Covid-19, un total de 640.000 productos procedentes de China, a los que se sumarían seis millones importados de países europeos, 8.000 de ellos eran enviados el domingo a la Comunidad de Madrid.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha declarado en la rueda de prensa de este jueves que los primeros 9.000 test rápidos han debido ser devueltos porque no estaban validados. La embajada de China en España ha anunciado que la empresa a la que el Ministerio de Sanidad compró los test, denominada Shenzhen Bioeasy Biotechnology no tiene licencia oficial de la Administración Nacional de Productos Médicos de China para vender sus productos.
La embajada ha querido agradecer el esfuerzos de ambos países, China y España, ante la coordinación de ambas para conseguir material sanitario. Ha añadido que recuperar la capacidad productiva, apertura de mercados y su fluidez son claves para superar la crisis.
En un comunicado emitido esta mañana por la Presidencia del Gobierno se asegura que los test no fueron adquiridos en China, sino a un proveedor nacional que los importaba del gigante asiático y cuyo producto cuenta con el marcado de la CE.
Insisten en que desde el Instituto de Salud Carlos III se analizó la documentación de la empresa realizada por el fabricante chino acerca del producto. Igualmente se prestó atención a la posible alerta de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y en cuanto se detectó una escasa sensibilidad, se dio orden inmediata de retirada; y se contactó con el proveedor que lo va a sustituir por otro tipo de test, según informa Moncloa.
Esta operación, que no está relacionada con la compra de material sanitario anunciada ayer por el ministro Salvador Illa, se inició antes de que las autoridades chinas facilitaran nuevos listados de sus proveedores al Gobierno de España. No obstante, esos listados incluyen fabricantes validados y preferentes. En ningún caso consta información sobre la empresa china que, según la embajada, no cuenta todavía con la licencia correspondiente en China. Por parte del Ministerio de Sanidad sí se hicieron comprobaciones sobre la fiabilidad del proveedor nacional.
