El Gobierno regional asegura que no se ha pagado «ni un euro» por los dos pisos que desde el inicio de la pandemia disfruta la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Lo desvelaba la revista Vanity Fair este lunes: la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, vive, desde el pasado 16 de marzo cuando dio positivo por coronavirus, en una apartamento propiedad de la cadena hotelera Room Mate que cuesta, al mes, más de 6.000 euros.
Concretamente, Díaz Ayuso lleva más de dos meses alojada en el apartamento Royal Suite Skyline. Un lujoso aparthotel que se ha reconvertido durante las últimas semanas en el despacho personal de la jefa del Ejecutivo madrileño desde donde, junto a la bandera de España y de la Comunidad de Madrid, ha realizado la mayor parte de las apariciones públicas durante la pandemia.
Una suite de 88 metros cuadrados con dos terrazas, dormitorio, baño, vestidor y salón comedor con la cocina integrada que según un comunicado difundido por la Consejería de Presidencia regional «no ha generado ningún coste para las arcas públicas de la Comunidad de Madrid».
No obstante, y pese a que la presidenta recibió el alta médica el pasado 10 de abril, Díaz Ayuso ha seguido alojándose en este apartamento que, adelanta, no abandonará hasta el inicio de la fase dos, cuando tiene prevista su vuelta a la sede del eEecutivo regional en la Puerta del Sol. Cabe destacar que la presidenta madrileña sí ha vuelto a su despacho recientemente, aunque ha asegurado que no podía trasladar todo su equipo.
Apenas 24 horas después de conocerse la nueva residencia de la presidenta durante la crisis de la COVID-19, la polémica saltaba a las primera línea de la política española. El PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos Madrid en Pie reclamaron a la líder del Ejecutivo regional explicaciones sobre el coste del aparthotel propiedad de la cadena hotelera Room Mate, del empresario Kike Sarasola, hijo del también empresario Enrique Sarasola, íntimo amigo de Felipe González que ayudó económicamente al PSOE en la década de los 70.
Nada más publicar la noticia Vanity Fair, Díaz Ayuso argumentó que su estancia en el aparthotel de lujo fue la manera «más segura» que encontró de pasar la preceptiva cuarentena de 14 días tras dar positivo por coronavirus, a pesar de que se ha asegurado que ella ya residía allí antes de dar positivo en coronavirus, la primera explicación a la que aludió Ayuso para permanecer fuera de su casa.
Una afirmación que desde Room Mate Group desmintieron horas después a través de un comunicado en el que se apresuraron a apuntar que el acuerdo para poner la vivienda al servicio de la Comunidad se firmó «antes del inicio del estado de alarma» ya que, argumentan «se necesita un lugar óptimo para la gestión de la crisis durante la situación de excepcionalidad».
Y pese a que tanto Díaz Ayuso como Room Mate hayan confirmado que la presidenta pagará de «personalmente» la factura del apartamento con un precio de 80 euros por noche, la polémica no se queda aquí.
565.749,62 + 240.443,57 = 806.193,19
El 6 de mayo el Gobierno autonómico aprobó la liberación de una partida de 806.193,19 euros para la contratación, trimestral, de los servicios de atención a personas mayores en las residencias públicas de la región. Un cuantía que quedó en manos, según informó la propia Comunidad de Madrid a través de su Portal de contratación, de Room Mate por un valor de 565.749,62 euros.
Finalmente, la consejería de Políticas Sociales remitió un nuevo documento, modificado, en el que se atribuye el contrato a la Coordinadora del Tercer Sector por 240.443,57 euros. Un contrato que, según desveló la Cadena SER, se creó la misma noche del estallido de la polémica, el martes 12 de mayo a las 23:59.
Con estos datos en la mano cabe destacar que la suma de la cuantía del contrato eliminado (565.749,62 euros) y la del publicado finalmente por la Comunidad de Madrid (240.443,57 euros) coincide con la cuantía liberada en un primer momento por el ejecutivo regional. Ambas partes atribuyen esta situación a un «error técnico» y niegan cualquier relación contractual.
Pese a ello, este jueves y tras la sesión de control en la Asamblea de Madrid, el consejero de Políticas Sociales de la CAM, Alberto Reyero, ha cesado al técnico que cometió este «error» en el que se adjudicaba a Room Mate el contrato para la prestación de los servicios para las personas mayores durante la pandemia del coronavirus.
Miguel Ángel Jiménez, hasta ahora Secretario General Técnico de la Consejería que preside Reyero (Ciudadanos) ha sido cesado a primera hora de la tarde de este jueves, según un breve comunicado difundido por la consejería.
Cierre de filas
Salidas de tono, controvertidas polémicas por sus declaraciones incongruentes y de crítica sistemática durante la crisis del coronavirus además de la polémica del alojamiento han convertido durante estas últimas semanas a Isabel Díaz Ayuso en una gran carga para el Partido Popular.
Una de estas polémicas que enturbiaron incluso la política nacional estuvo relacionada con la decisión que tomó la presidenta de la Comunidad de Madrid de presentar, la pasada semana, a la región como candidata para pasar a la fase 1 del plan de desescalada de la crisis del coronavirus sin tener en cuenta criterios sanitarios lo que le costó la demisión de la directora de Salud Pública autonómica, Yolanda Fuentes, tras negarse a firmar la solicitud de desescalada remitida al Ministerio de Sanidad.
Convitiéndose en el epicentro de todas las críticas tras una sesión de fotografías en el diario El Mundo en la que Díaz Ayuso posaba imitando a la Virgen de los Dolores, la presidenta regional ha sido el objetivo de mofas y críticas y el gran caballo de Troya para el Partido Popular en estos tiempos de crisis del coronavirus.
Sin embargo, esta nueva realidad de la región no parece incomodar en los despachos de la calle Génova desde donde ha hablado esta semana el líder del PP, Pablo Casado quien, al ser preguntado por el apartamento de lujo en el que pasa Díaz Ayuso la pandemia, se ha limitado a señalar que en su partido sigue vigente el código ético que prohíbe a sus cargos recibir regalos.
Con todo y con ello, ha cerrado filas en torno al ejecutivo regional diciendo que existe una «campaña de desprestigio de la izquierda» para hacer caer al Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Coalición de sospechas
Sospechas, que según avanza este jueves el diario ABC, no se limitan únicamente a la oposición sino que desde la formación conservadora lamentan «filtraciones» e «intencionalidad» por parte de la formación naranja que, sospechan, podrían estar detrás de una campaña en contra de la presidenta.
Críticas que Ciudadanos, socios de Gobierno en la Comunidad de Madrid, rechazan y achacan los sucedido a una equivocación que se subsanó en cuanto se conoció. El número dos del Ejecutivo regional, Ignacio Aguado, apunta que toda la polémica no es más que «un asunto personal de la presidenta que deberá explicar si ella quiere».
Desde el Ayuntamiento de Madrid, el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, defiende a su homóloga en la región y asegura que todo es una campaña de desprestigio de la izquierda. Mientras tanto, su segunda en el consistorio de la capital, la vicealcaldesa, Begoña Villacís, ha insistido en que «si lo paga de su bolsillo no hay ningún problema» aunque cree que todavía «habrá que ver cómo termina esto«.
