El Partido Demócrata sigue buscando cinco días después del asalto al Capitolio la manera de destituir de su cargo a Donald Trump.
Después de cuatro años de legislatura, parece que los últimos días de Donald Trump en la Casa Blanca no van a estar exentos de polémica. A raíz de los altercados producidos el 6 de enero en el Capitolio norteamericano, los demócratas, con Nancy Pelosi a la cabeza, están activando todos los mecanismos para llevar a cabo el segundo «impeachment» a Trump.
Horas después del asalto al Capitolio, figuras destacadas del Partido Demócrata empezaron a plantear esta opción. Alexandría Ocasio-Cortez o Nancy Pelosi fueron dos de las voces más importantes en pedir el inicio del proceso de destitución de Donald Trump. «El actual presidente representa una amenaza inminente para ambos» afirmó Pelosi.
The President’s dangerous acts necessitate his immediate removal from office. We look forward to hearing from the Vice President as soon as possible and to receiving a positive answer as to whether he and the Cabinet will honor their oath to the Constitution and to Americans.
— Nancy Pelosi (@SpeakerPelosi) January 8, 2021
Con el paso de los días, hasta 200 congresistas y senadores demócratas se han sumado a este «impeachment exprés». Por el contrario, pese a las críticas al asalto del Capitolio, Adam Kinzinger ha sido el único republicano que se ha posicionado públicamente a favor de una rápida destitución de Donald Trump.
Las presiones del Partido Demócrata se han dirigido en las últimas horas hacía Mike Pence y su gabinete. Nancy Pelosi ha dado 24 horas a Pence para que active la 25ª enmienda para cesar al actual presidente. Una propuesta que el vicepresidente descartó en un primer momento. Personalidades cercanas al Partido Republicano han apostado por no destituir a Donald Trump y centrar los esfuerzos en reparar el daño producido por el asalto al Capitolio.
En caso de no producirse este cese, Pelosi ya ha comunicado que iniciará un «impeachment» que a día de hoy parece complicado de poder llevarse a cabo. La mayoría demócrata en el Congreso permitiría su aprobación, pero en el Senado es necesario el apoyo de dos tercios de la cámara, cifra que sin el apoyo de los senadores republicanos es imposible de alcanzar.
Segundo «impeachment» de la era Trump
Con todas las posibilidades encima de la mesa y un posible cambio de rumbo entre algunos republicanos, lo único seguro es que todo apunta a un nuevo juicio político para Donald Trump. El 31 de octubre de 2019 la Cámara de Representantes aprobó con 232 votos a favor el inicio del primer proceso de destitución para Trump por sus presiones a líderes políticos de Ucrania.
En esa ocasión, el apoyo en el Senado a un Donald Trump que aún gozaba de gran salud política salvo al presidente de los dos cargos que se le acusaban. Los votos fueron 52 a 48 para absolverlo de la primera acusación y 53 a 47 para absolverlo del segundo «artículo». Las encuestas realizadas después del juicio político apuntaban a un aumento de la popularidad del presidente.
